𝓛𝓲𝓴𝓮 𝓪 𝓼𝓽𝓸𝓷𝓮

67 9 0
                                    

Yoshio era una parte de mi vida que por más que intente superar o borrar no puedo. Me acorraló, como el imbecil y manipulador que es, por supuesto que no era ni tampoco fue mi culpa pero una mente débil y un alma lastimada son faciles de manipular. Y solo me culpo por eso.

Nuestra relación era normal, nos acercamos por amigos en común. El era un sempai de tercer año, que lo que tenía de guapo también lo tenía de idiota. Lo supe tiempo después.

Cuando mamá fue diagnosticada con cáncer, en su etapa inicial, y era tratada en un hospital local de Kanie, Yoshio Miko estuvo a mi lado en todo momento. Supo ganarse mi confianza y ¿como no hacerlo?  Me dio su apoyo y soporte incondicional.
Termine cayendo completamente por el.

    Confié en mi momento de debilidad.

Yoshio había aparecido en la puerta de casa, excusándose de que lo que necesitaba en ese momento era distracción y distender un poco después de acarrear con la enfermedad de mi madre.
La fiesta estaba a tres estaciones en tren,no me pareció mala idea en aquel entonces.
Cuándo llegamos el aire dentro de esas paredes olía distinto, algo un tanto desagradable pero soportable.
Ese ambiente no era de mi conocimiento, por Dios  como mucho había ido a algún karaoke pero nunca una fiesta llena de todo lo que te pudieras imaginar.
Creí que el alcohol además de hacerme ver genial también ahogaría un poco mi tristeza.

   El primero de mis errores 

Nunca recibí el consejo típico de "no aceptar tragos de desconocidos"
Tampoco habría desconfiado porque ese desconocido era un supuesto amigo mío.
En cuestión de minutos la habitación comenzo a darme vueltas, y los sentidos se disiparon, los colores me fascinaban como si los hubiera visto por primera vez, todo iba en cámara lenta. Me encontraba disfrutando aquella sensación que hizo desaparecer todo rastro de pensamiento negativo dentro de mi cabeza

Lo último que recuerdo antes de dejarme llevarme por aquel éxtasis era a mi misma, escuchando los sentimientos de Miko, estaba conmovida, el correspondía a mis sentimientos, no recuerdo que balbuceaba mi boca, pero me mostraba una sonrisa que parecía tan catastrófica como terminó siendo y luego....nada misma.

En algún momento mi cuerpo despertó. Mi corazón se desesperó y el alma me abandonó.

Estaba herida.

Mi cerebro bloqueó aquella primera vez, solo me recuerda fracciones. Yoshio estaba encima mio, y cuando quise moverme, todo me dio vueltas.
Su mano derecha estaba en mi garganta, mis ojos buscaron su izquierda faltante y en aquel delirio pude identificar su teléfono. Grabandome.

La compresión de la situación comenzó a llegarme. Y de la ansiedad que me provocó la traición, la inconsciencia me golpeó una vez más.

   

   

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝓢𝓱𝓮'𝓼 𝓲𝓷 𝓽𝓱𝓮 𝓻𝓪𝓲𝓷  | 𝓢𝓾𝓷𝓪 𝓡𝓲𝓷𝓽𝓪𝓻𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora