Habían pasado dos días desde que el equipo de volleyball había visitado la cafetería, no entendía todavía el porque me encontraba espectando la puerta, esperando a que unos ojos en concreto cruzaran el umbral
Aquellos dos días transcurrieron con normalidad, Osamu me había puesto al tanto sobre el equipo y su extremada popularidad, Atsumu no dejaba de comentarme lo buenísimo que era en aquel deporte y el zorro escurridizo no volvió a hablarme. En clases dormía, en el almuerzo desaparecía. Que ser tan enigmático, porqué cuanto más me dijera con sus acciones "Alejate de mi" algo de mi quería permanecer en su radar.
Mi turno estaba por acabar, el café estuvo tan extrañamente tranquilo, lo cual agradecía ya que Nori tuvo que irse apenas llegué, estaba con exámenes y necesitaba todo el tiempo del mundo para poder aprobar.
21:15 p.m
marcaba el reloj, solo otros quince minutos para poder irme, casa no quedaba tan lejos, podría irme en tren, a esta hora caminar sola no era un opción.
No tenía ganas de volver siendo franca pero otras alternativas no tenía, además no podía vivir huyendo de esas oscuras y silenciosas paredes toda la vida.Un suspiro se escapó de mis labios, casi que por inercia de mi propio cuerpo, quien dejaba escapar esas emociones que me estaban llenando para que no me asfixiara.
Me encontraba de espaldas secando las tazas restantes para el cierre cuando la campana de la entrada sonó.
¿Quien diablos viene 10 minutos antes de cerrar?
— Uhm, hola. ¿Sigue abierto verdad? — aquellos ojos oliva despojados de cualquier emoción estaban frente a mí
—Hey, bienvenido. Cerraremos en 10 minutos, pero dime ¿en qué te puedo servir? — me encuentro nerviosa y no logro entender porqué, siento como si realmente se hubiera subido la temperatura, tanto en el café como por mi rostro, estoy rezando internamente para que no note el leve sonrojo que me traigo probablemente. Suna quien parece pensarse que va a llevar, frena sus ojos junto con los mío, y no se que clase de brujería milenaria práctica pero me atrapó completamente.
— ¿te encuentras bien? Te congelaste y creo que no me escuchaste — dijo con un tono burlón.
la vida me odia—Dios, que vergüenza, lo lamento. Estoy algo agotada, eso es todo— exclamé mientras me acercaba a la caja registradora — déjame adivinar, ¿brownie de chocolate amargo?
— ¿es un don? — respondió el jugador de volleyball a su vez que sacaba del baúl un risita ronca. Me tomo desprevenida y las pinzas que se encontraban en mis manos casi caen al suelo, este en serio que tiene que ser el día más ridículo de mi vida.
Nuestro intento de conversación concluyó allí, luego de empaquetar los postres y recibir el dinero Suna se marchó, pero antes de irse no pasó la oportunidad de hacerme saber que vio los nervios que provocaba en mi
—Espero que descanses bien Karumi, pude notar que estas muy cansada— sonrio ladinamente y a continuación desapareció en la oscura noche.Si sus acciones durante el día me susurran un "aléjate de mi", en la noches, sus ojos me pedían que lo siguiera a donde sea.
No negaré que desde el minuto uno que mis ojos se posaron en su ser pensé que era algún tipo de chico guapo fuckboy
Y también me replantee el hecho de no involucrarme más de lo debido com el, si no terminaría entre mis piernas.
Todo de él emana sensualidad, o quizás sea yo en mi estado más hormonal. Solo se una cosa.
Cuanto más lejos mejor. Me conozco lo suficiente como para saber que me terminaré enamorando de alguien que va a romperme el corazón a la primera.El tren estaba próximo a llegar,el viaje demoraría alrededor de 15 minutos y ya estaría en mi cama descansando plácidamente, de verdad que me encontraba cansada. Mi teléfono vibró en el bolsillo de mi falda, no iba a responder hasta estar en el tren, era demasiado peligroso no prestar atención completamente a mi al rededor. Desde hace un tiempo que soy una persona que se mantiene alerta ante cualquier cosa.
Luego de que las puertas se cerraran busque un asiento que fácilmente encontré, puesto que iba casi vacío. Esta hora me daba algo de paz. El cerrar los ojos, y dejarme zambullir por el traqueteo y el sonido sistemático que hacían las ruedas sobre los rieles, el aroma particular del bagon y el viento que azotaba casi que escandalosamente mi pelo. Encuentro esta paz en los lugares más inéditos, en los menos esperados e irónicamente gracioso en cualquier lugar donde no sea mi hogar.
Mi mano se dirigió directo a mi bolsillo, recordando aquella vibración, volviendo a vibrar violentamente, prendi la pantalla para ver aquella notificación por encima
Así de simple. Sin fecha, sin horarios. No hacían falta, había pasado por al menos 5 veces esto, sabía como, cuando y donde.
Y otra vez lo mismo. Vacío.
No sentía nada, sabía que estaba destinada de una manera u otra a vivir con eso.Yoshio se había convertido en una pesadilla viviente, recordándome que fui descuidada, que fui idiota,
Recordándome que estuve en el lugar equivocado y también que me enamoré del Ángel equivocado.Hey! Como va? Me desaparecí por mucho tiempo y quiero pedirles disculpas. Cuatro meses sin actualizar realmente es un montón.
La vida de adulto
me estaba pasando por encima y la inspiración se me había esfumado por completo. Pero acá estoy! Quería actualizarles, probablemente el próximo ya sea más largo
Espero que lo disfruten después de tanto tiempoGracias por los comentarios y los votos, fueron de mucha ayuda
Desde acá los saluda Meiday, cambio y fuera
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𝓢𝓱𝓮'𝓼 𝓲𝓷 𝓽𝓱𝓮 𝓻𝓪𝓲𝓷 | 𝓢𝓾𝓷𝓪 𝓡𝓲𝓷𝓽𝓪𝓻𝓸
FanfictionElla está en la lluvia. Cuando miro lo hermosa que es, el tiempo se detiene. Incluso si está herida, no lo demuestra Tengo tanto miedo de ver el final. Recomiendo leer con: Tipografía Source sans pro ...