𝓐𝓽𝓽𝓮𝓷𝓽𝓲𝓸𝓷

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Los nervios estaban revolviendo todo mi interior, pasar por esto una vez mas me daba casi que un ataque de ansiedad. Nuevo instituto, nuevos profesores y claramente nuevos compañeros. Estaba tan aterrada, ser la nueva dentro de un circulo de gente que ya habían creado lazos me hacia sentir realmente excluida, y esforzarse para encajar no era realmente lo mio.
Odiaba los comienzos.

7:11 marcaba el reloj, iba con unos minutos de margen, el recorrido se baso en intentar memorizar el camino hacia la parada de bus siendo guiada por mi gps

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7:11 marcaba el reloj, iba con unos minutos de margen, el recorrido se baso en intentar memorizar el camino hacia la parada de bus siendo guiada por mi gps. Este llego e iba repleto dado que la mayoría se dirigía al trabajo o estudiantes a sus escuelas. Pasada tres paradas decidí bajarme cada vez se acercaba mas la hora de ingreso y no quería llegar tarde el primer día, no quería llamar la atención.

2-2  indicaba aquel papel en la cartelera. Siguiendo las indicaciones pude llegar relativamente temprano, y busque un asiento libre cerca de la ventana.

Los alumnos comenzaron a ingresar cada quien sentándose en los escritorios disponibles, el profesor no había llegado aún, así que solo me centre en mirar la ventana.
Era un linda mañana, los pájaros revoloteaban y el viento soplaba calidamente.
Por lo visto mi concentración fue tanta que no me di cuenta cuando el asiento de mi lado había sido ocupado, un peliplateado se había sentado allí, bastante guapo a mis ojos. 

Hola, ¿eres nueva? tu rostro no se me hace conocido. —pregunto aquel chico de ojos color avellana.
Soy Miya Osamu, si ves a alguien parecido a mi ignóralo, es mi gemelo versión idiota - eso me hizo soltar un pequeña risita que basto para romper un poco mi nerviosismo.

Soy Kimimaro Karumi, este es mi primer año aquí, y gracias por la advertencia —termine diciendo con una sonrisa cerrada hacía Miya. 

la breve conversación termino ahí, y me abofetee mentalmente por no haber contestado otra cosa, ahí se fue mi oportunidad para socializar.

El salon se habia llenado, mi compañero conversaba con dos chicos desconocidos para mi que se situaban adelante nuestros, uno pude identificarlo como su gemelo rubio, eran realmente idénticos
Samu, ¿Tu madre no supo educarte bien? ¿Porque no nos presentas? — levanté mi vista automáticamente, mis ojos se clavaron en la mirada de aquel rubio de contextura amplia, estaba por presentarme ante el otro Miya pero un grito proveniente de mi lado hizo que me sobresaltara
— ¡tenemos la misma madre idiota! — Osamu se le había casi avalanzado a su hermano para propinarle un golpe pero el pelicastaño que hasta ahora solo había observado la situación decidió intervenir
Cielos Miya, cierren la boca. — eso fue suficiente para que cada quien vuelva a su asiento y este ultimo solo apoyo su cabeza en el escritorio y se dedico a dormir.

Fue inevitable no perderse mirándolo, parecía enigmático y su aura era demasiado atrayente. Su voz era demasiado ronca, como cuando recién despiertas, muy atractivo para ser las 08:00 de la mañana.

Las clases continuaron con normalidad. Historia con mucho pesar ya había terminado y el timbre que dictaba la hora del almuerzo hizo su característico sonido.
No planeaba ir a la cafetería, al menos no hoy, acomode mi bento sobre mi mesa y cuando me dispuse a comer alguien había dado pequeños toques en mi hombre, al girarme me encontré con el gemelo de Osamu.

uhm.. ¿si?- deje mis palillos en un costado, prestandole completa atención.
¿Comeras aquí? Almuerza con nosotros, dudo que a Suna le moleste — dijo señalando al castaño quién tenía cara de fastidio del cual ahora sabia el apellido quizás.
—En serio no quiero interrumpir — dije desviando mi mirada del ojiverde
Kimimaro, acompañanos, ignora al gruñon de allá
Son un completo fastidio— Suna se dio media vuelta y siguió con su camino.

Los hermanos Miya era distintos pero al punto que terminaban siendo iguales. Puede observar que Osamu era menos ¿Exaltado? O quizás solo lo disimulaba bien, Atsumu se expresaba sin pelos en la lengua y llegaba a ser algo aterrador pero no parecían malos muchachos, al fin y al cabo me habían incluido en su almuerzo.

 Puede observar que Osamu era menos ¿Exaltado? O quizás solo lo disimulaba bien, Atsumu se expresaba sin pelos en la lengua y llegaba a ser algo aterrador pero no parecían malos muchachos, al fin y al cabo me habían incluido en su almuerzo

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Créeme, agradece que eres hija única, yo daría todos mis almuerzos para que hagan desaparecer a este idiota —Osamu había dicho muy por lo bajo para que Atsumu no lo escuchara

Soy lo mejor que pudo haberte pasado, superalo Samu imbécil — el rubio sonreía ladinamente —¿donde estuviste metido Sunarin? - Suna quien recién llegaba, tomo asiento enfrente mio y solo se dedico a comer su almuerzo mientras usaba su teléfono.

Al parecer caerle bien no fue precisamente lo que hice.

El ambiente había quedado tenso desde la llegada del de pelo color café, por lo menos para mi, los gemelos seguían peleando entre ellos. 

Al mover mi vista  de aquel par pude notar como la mayoría de los estudiantes, mas específicamente las chicas no dejaban de observarnos 

O-oigan, ¿saben porque no dejan de observarnos?— mi voz habia salido mas baja de lo que creí, probablemente ninguno me hubiera escuchado, pero al perecer uno si.

No nos observan, te observan — termino diciendo aquel con mirada de zorro para luego guiñarme un ojo.

¿En que diablos me metí?

Al final sí había llamada la atención.

𝓢𝓱𝓮'𝓼 𝓲𝓷 𝓽𝓱𝓮 𝓻𝓪𝓲𝓷  | 𝓢𝓾𝓷𝓪 𝓡𝓲𝓷𝓽𝓪𝓻𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora