CAPiTULO O7: Palomas

1K 143 20
                                    

Sí, bueno, ya nos dimos cuenta de la mala suerte de Harry, ¿no?, Pues vaya, déjenme decirles que él no ha sido el único con mala suerte, déjenme contarles una rápida historia.

Harry nunca había sido fan de las palomas, según él, era porque eran unos bichos sucios, infectos y repugnantes, bueno, lo de infectosos y repugnantes lo había aprendido de Draco, pero el punto es claro, cada que Harry veía una paloma la piel se le erizaba y salía corriendo de el lugar.
Su amigo de la infancia lo notó, y desde ese entonces lo cuidaba o espantaba a las palomas para que el azabache no se asustara.

Un día, cuando ambos estaban en 6to año de colegio, el profesor de biología, Rubeus Hagrid, los llevo de paseo a un parque que se encontraba a no más de 10 minutos de la escuela para que admirarán la naturaleza y los diversos Lo que se desarrollaban en éste.

El parque era amplió y limpio, el aire fresco corría con gentileza esa mañana, las plantas y hojas de los árboles se movían en una armoniosa danza con el viento, los alumnos caminaban detrás de el profesor cuál patitos, todos tenían a su respectiva pareja, cada una iba agarrada de un lazo en la muñeca para no separarse y perderse.

Y ahí iban Draco y Harry, deteniéndose a cada nada por las quejas de el primero, ¿Qué era eso de hacerlos caminar por 10 minutos en pleno sol?, Su padre se enteraría de esto, ni harry ni él debían estar pasando por eso, aunque en realidad parecía que al azabache no le importaba, es más, parecía animado y sus hermosas jades chispeaban de alegría, solo por eso lo dejaría pasar.

Todo iba relativamente bien, hasta que fue el momento de un pequeño descanso para comer.

El profesor hizo que todos se sentarán en las bancas con su respectiva pareja, aunque al ser muchos, algunos se tuvieron que sentar en el pasto…Entre ellos un más que irritado Malfoy, y un burlón Potter.

—Basta, Harry, no es gracioso.—Bufó el más pálido con irritación.

—pff…claro que lo es, verte enojado lo es.—contestó divertido picándole una de sus pálidas mejillas a su mejor amigo con su dedo índice.

El rubio no contestó, solo se detuvo a sacar su desayuno y el de su compañero, el cual era un sándwich y un pan con mermelada para cada uno, mientras le entregaba a Harry lo suyo, dirigió su mirada a su maestro, el cuál estaba enfrente de ellos tirando migajas de pan al piso desde su asiento.

Pronto captó el por qué lo hacía, tan pronto como las migajas cayeron al piso, varios aleteos se hicieron oír, palomas saliendo de los grandes y verdes árboles aterrizando bajo los pies del profesor, picoteando y peleándose para comer los trozos de pan.

Todos, absolutamente todos vieron la escena, algunos fascinados, otros divertidos y encantados… Y otros pálidos y nerviosos, como Harry.

El susodicho parecía piedra, mirando atónito a la multitud de palomas, sentía cómo se le erizaba la piel con solo verlas, y Draco notó eso, por consiguiente, se levantó del verdoso y picoso pasto, y le ofreció una mano al de esmeraldas, el cual lo vio con pánico impregnado en esas mismas.

—Todo va a estar bien.—le sonrió y acarició la mata de cabellos desordenados con la mano que tenía libre, el contrario solo asintió evitando ver a las palomas.

Recogieron sus cosas cuando las palomas se empezaron a acercar a ellos por el rastro de migajas que dejaban.

— Malédiction…—Susurro, aunque fue inútil porque Potter lo escuchó, después lo regañaría por su vocabulario pero ahora más era el pánico que sentía por las palomas que se acercaban por comida.

En una acción de desespero, el platinado les lanzó unas patadas a las palomas para tratar de alejarlas, escuchando un '¡Malfoy, no!’ por parte de su profesor. Pronto, se vio siendo correteado por un grupo de palomas furiosas.

‘Merde’, pensó, no sé arriesgaría a qué harry lo escuchará, no ahora que estaba en problemas.

Y ahí estaba, Draco Lucius Malfoy corriendo de una banda de palomas lo más rápido posible, en estos momentos agradecía a Harry que desde siempre lo hacía correr a más no poder.

Oh, y hablando de Harry, él estaba que moría, no sabía si morir de pánico, risa o de llanto, pero prefirió ir por la segunda, estaba que le dolía el estómago de tanto carcajear, sin dudas guardaría ese momento por toda su vida.

Pasados unos minutos, un rubio tropezó con una raíz algo gruesa de un árbol, cayendo de cara y manchándose de tierra, listo, los iba a demandar a todos, su padre se enteraría de esto.

Las palomas se habían aburrido de seguirlo, así que el azabache se acercó al platinado con los ojos llorosos de tanto reír.

—¿Estás…?, ¿Estás bien?.—preguntó dudoso el de tez medio canela.

—…—manchado, avergonzado, rojo de cansancio y de enojado, se levantó ignorando a su amigo olímpicamente, llevándose una mirada triste de este mismo con él.

[…]


—…Draco.—llamó rompiendo el tenso silencio que se había creado desde que estaban en el parque.—¿Draco?.—preguntó.

El nombrado estaba en la cama del azabache, envuelto en las cálidas sábanas de este mismo y con un montón de almohadas por encima de su cabeza, ya le daba igual su peinado, total, cuando se había caído de manera bochornosa en el parque, está se le había puesto igual o peor que los desordenados cabellos de Potter.

—¿Qué deseas,, Potter?.—resaltando el Potter, era en ocasiones que usaban su apellido, y normalmente era cuando estaban peleando o similar, aunque cabe aclarar que sus enojos no duran más de 10 minutos.

Extrañado por no recibir respuesta por parte de el susodicho, se asomó de entre las cobijas, viendo y sintiendo como el dueño del nido de pájaros se acostaba encima de él.

—Potter, basta, me ahogo.—y era verdad, se estaba asfixiando por todo lo que tenía sobre él, aparte de que el Potter era muy bien alimentado.
—Primero, no soy dice Potter, se dice Harry, y con gusto lo deletreo por sí no me explico.—habló quitándose de encima y quedando a un lado de su amigo.— Segundo, no debí burlarme de ti, Tercero, pido mis más sinceras disculpas y cuarto, gracias por cuidarme de las palomas.—finalizó volteándose y frotando su cara algo sonrojada dónde se supone estaba el pecho de Draco cubierto por las sábanas.

—Esta bien, Harry, no hace falta que me lo expliques, gracias.—contestó.— oh, gracias, acepto tus disculpas, niño burlón.—bromeó.— Yo…tonto, esas estúpidas palomas se acercaron mucho, DEBISTE VER TU CARA, las demandaré y demandaré al parque si es necesario.—sentenció enojado a lo que Harry empezó a reír, bueno, tan siquiera ya estaban bien otra vez, sin dudas había sido un infierno para los dos el no hablarse y más para el rubio ignorar al azabache por vergüenza a lo ridículo que se había visto de seguro.

—Debiste ver la tuya.—siguió riendo siendo acompañado por el platinado.—fue lindo pero...Pfff…Dios, fue, ¿cómo es qué aparecieron tantas palomas?.—siguieron riéndose por lo antes pasado.
Después de un rato de tanto reírse y burlarse, Draco con una voz entre sería y gentil habló:

—Ni una palabra de esto a nadie, ¿oíste, Harry?, a nadie.—el gris metálico y verde esmeralda de encontraron por primera vez en lo que llevaban en el cuarto de el de tez poco canela, no pudieron evitar preguntarse por qué se sentían así; nerviosos y confundidos, pero a la vez, gustosos por sentirse así.

—A nadie.—se llevó una mano a su boca haciendo el ademán de un cierre cerrándose, dándole la vuelta a la llave imaginaria y tirándola a quién sabe que parte de la habitación.

⁽⁽ଘ🌺꒱˖♡› jjj, basta, las palomas dan miedo, ven hasta lo más oscuro de tu alma 🕊️ kdkfkwk.
⁽⁽ଘ🌺꒱˖♡› gracias por el apoyo y a los que comentan ‹3, fkkskf me da risa, ayuda 💖💐, ojo, trataré de actualizar más seguido, es que me pasa que ✨escuela✨ y ✨ tareas✨ fkwkfksk, así que pido perdón por tardar.
⁽⁽ଘ🌺꒱˖♡›GRACIAS X LEER ‹3

💈‧₊˚Mala suerte ;;✦ ↴ drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora