CAPiTULO O1: Perdido

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I

Esa tarde, un pequeño niño de no más de 7 años se aventuró a ir con sus padres, Lily Potter; Una mujer verdaderamente hermosa, cabellera rojiza oscura y unas hermosas esmeraldas llenas de vida que su pequeño hijo había heredado. Y James Potter; Un hombre bien parecido de melena azabache rebelde (cuál heredó su hijo), y unos avellanas que lo hacían ver cómo una persona amable.

Caminaban por los pasillos aquella familia de tres, deteniéndose cada dos minutos por la extremadamente tierna curiosidad de su pequeño. Lily se encargaba de cuidar a Harry, que iba sujetando uno de los lisos dedos de su madre, mientras su esposo manejaba el carrito de compras, metiendo lo que necesitaban en este mismo, de vez en cuando apreciando a su esposa e hijo distraerse con algún producto.

Todo iba tranquilo hasta que pasaron por el paraíso de los niños y el infierno de los padres. Sí, hablo de la zona de juguetes. El pequeño Potter se emocionó, ese era sin dudas su único lugar favorito de la tienda, bueno, tenía que admitir que había otro lugar que le gustaba, sí, hablaba de la zona donde vendían quesos, salchichas, jamón, entre otras cosas, ¿La razón?, fácil, ¿Quién se negaría a darle una pequeña muestra de lo que sea que vendan a un pequeño niño adorable?, Sí, Harry sabía usar sus encantos, no siempre conscientemente, pero lo hacía.

Ya adentrados en la zona de juguetes, el pequeño azabache pudo apreciar a otro niño que admiraba unos carritos de carreras, aquél niño era rubiecito, parecía tener la misma edad que él. Quiso ir a dónde él y hablar, pero un jalón lo evitó, era su madre, le había dicho que no la soltará y se mantuviera cerca de ella.

Para fortuna del matrimonio Potter, Harry no hizo berrinches o se quejo para que le comprarán uno de esos juguetes que costaban un ojo de la cara, no es que no tuviesen dinero, pero preferían que su hijo no se volviera como su sobrino Duddley; mandón, berrinchudo, presumido y consentido a extremos.

Pararon en la caja, Lily y James sacando sus compras para pasarlas por un escáner y pagarlas, mientras Harry seguía pensando en aquel niño rubio, ¿Cómo se llamará?, ¿Por qué su cabello es así?, ¿Se espanto tanto que se le fue el color?. Esas y más preguntas rondaban en la mente de el Potter menor hasta que lo vio, cabellera rubia, una camisa mangas largas azul cielo, una bermuda completamente negra, unas calcetas que tapaban un poco más allá de sus tobillos y un par de zapatos negros de vestir. Lo miró atentamente, siguió cada paso de el otro chico, y sin pensarlo dos veces, fue tras él, lo vio meterse entre los pasillos, tuvo que correr en ciertos momentos debido a que había mucha gente en aquel supermercado y le era difícil ver a dónde iba el rubio, tenía miedo de perderse, pero eso seria imposible, recordaba el camino de regreso con sus padres.

Fueron unos segundos en los que trotó para llegar al pálido hasta que este mismo paro de golpe, haciendo que Harry estampara su cara el la espalda de el contrario, mientras el otro volteaba su cabeza a dónde estaba un oji-esmeralda sobándose la nariz por el golpe recibido.

-¿Por qué me sigues?, ¿Te conozco?, ¿Eres un roba niños?, Si eres uno... ¿No estás muy pequeño para serlo?.- Preguntó el rubio volteándose a Harry, este se sorprendió al ver los hermosos orbes grises de los cuál era portador, tenían un lindo, muy lindo brillo dentro, parecían a esas piedras brillantes que su amiga Luna le mostraba aunque no se comparaban con lo que veía en ese momento.
Y no fue el único, el de orbes grises también quedó hipnotizado por aquellas verdes esmeraldas que su seguidor tenía, no había visto algo similar, eran brillosos, lo hacían sentir como estar en un día de campo, rodeado de árboles extremadamente verdes, con pasto de ese mismo color, en un día medianamente soleado.

-No soy un roba niños.-Negó- soy Harry Potter y tú?.- Preguntó con inocencia mientras estiraba su manita, así como lo hacía su padre cuando conocía a alguien.

💈‧₊˚Mala suerte ;;✦ ↴ drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora