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El omegaverse es un término utilizado cuando hay subgéneros independientemente de masculino y femenino. En estos casos, se utiliza Alfa ( dominante), beta (neutral) y omega (sumiso), aunque eso también es independiente de la personalidad de cada uno.
La atracción natural en términos de feromonas sólo afectan a Alfas y Omegas,  los alfas pueden anudar, dar marcas de olor, marcar a su pareja. Y los omegas, tienen el celo y sueltan feromonas que incitan a los alfas, al punto que independientemente del género masculino o femenino, pueden quedar embarazados.

Por termino general tampoco deben afectarte al extremo sexual las feromonas de un miembro de tu propia familia....

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La familia Madrigal, compuesta por un gran número de integrantes, entre ellos alfas, omegas y algún beta. Nada raro dentro de lo que entonaba dentro del pueblo.

Y eso no había cambiado después de que se salvó el encanto por Mirabel, la dulce y pequeña omega sin Don de la familia.

Por parte de todos sentían un gran agradecimiento, pero eso no hacía que Mirabel quisiera estar con ellos especialmente. Seguía a su bola, pero esta vez tenía un gran apego a su tío Bruno, notaba que conectaba con él teniendo en cuenta la animadversión que tenían ambos desde siempre con la familia. Y Mirabel se sentía aceptada, teniendo en cuenta que su tío era beta, siendo este el único de la familia que lo era, eran como dos piezas que no encajaban para nada. No obstante, ella no era la única omega de la familia, su madre, tía y abuela, al igual que prima Dolores también lo eran, pero el resto eran alfas siendo estos mayoría. 

Camilo, al igual que el resto de alfas de la familia, y alfas en general que conociera, también tenía pensado que alguna vez se buscaría una omega, pero desde luego no tenía ninguna prisa, se conformaba con pasarlo bien y hacer bromas, y aunque fuera capaz de percibir las feromonas de los omegas del pueblo, no sentía en ningún momento nada ni remotamente parecido a lo que había escuchado que se debía notar. Podía olerlas, y las sentía, pero no le incitaban a nada, siempre creyó que cuando creciera adquirirían otro matices diferentes, pero no fue así, era casi un beta. 

Pero tampoco encajaba con los beta, en un punto, quería acercarse a su prima Mirabel cuando se recuperó el encanto, una forma distinta de encajar, pero cuando ella volvió, no lo hacia sola, su tío Bruno vino con ella. No podía decir que sentía celos de ellos, porque no lo tenía, pero era molesto saber que incluso Bruno, el ermitaño de la familia, tenía alguien donde podía encajar, pero no ocurría lo mismo con él. Camilo era por así decirlo el más campechano y cercano, pero tenía un muro construido alrededor de él, un muro que con el paso de los años nadie tenía el más mínimo interés en cruzar.

Durante toda la reconstrucción de casita, Camilo intentaba ser un poco más cercano a su familia, sobre todo por el echo que ya no tenía Don, pero no se sintió mejor al ver como Mirabel había acercado lazos con todos ellos, incluida Isabela, pero él no. Incluso intentándolo con todas sus ganas, pero no sintió odio ni rencor por la que era su prima, sino curiosidad. 

Pero aún así, no quiso acercarse a ella, nunca había sido cercano a ella, y ahora tampoco encontraba motivos de ninguna clase para acercarse a ella de nuevo, ni si quiera como escusa, y como tal, el tiempo pasó, casita se reconstruyó en un plazo de dos meses, y su oportunidad de desvaneció.

No lloró por ello ni mucho menos, pero sentía lastima en cierto punto. Condenado a estar solo en un mar de gente....

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Una figura inalcanzable, efímera, y totalmente evaporable, con el tacto podía sentir que esa figura desaparecería de un momento a otro. Pero de nuevo cada noche soñaba con ella, sin saber quien podría ser. Esos sueños le daban paz en cierto punto, y cada mañana quería dormirse de nuevo con la esperanza de verla, aunque por breves momentos, una vez más. Y al levantarse de la cama, de nuevo sería la misma rutina, no servía de nada lamentarse. Camilo tenía bien claro que sus noches y sus sueños eran mucho más entretenidos que su día, pero a pesar de todo seguía levantándose. 

El precio del deseo del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora