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Suelto un nuevo quejido cuando aparta la linterna de mi rostro. La cirujana que me operó hace un par de días me mira atentamente, hace una mueca y luego se me aparta para tocar mis manos.

-¿Sientes esto, Shawn?-Pregunta apretándome los pulgares. Yo asiento. -A ver, aprieta-Me ordena. Yo obedezco y le aprieto sus manos con las mías. -Con más fuerza-Obedezco no logrando muchas diferencias porque mis manos tiemblan y me resigno a destensarlas para descansar.

Se gira a mirar a mi padre.

-Lo veo algo hipotónico pero el que pueda hacer todo esto es un gran avance, sobre todo con lo que le pasó. Igual estuvo en coma por cuatro días y ha estado toda la semana en cama, es lógico que se sienta débil con todos estos medicamentos y cuando no ha podido mover literalmente ni un músculo desde que llegó. Va a mejorar con el tiempo. Necesitará de sesiones de fisioterapia para ejercitar y que logre recuperar algo de su movilidad y fuerza.

-¿Algo de su movilidad y fuerza?-Repite papá preocupado. La mujer asiente.

-Su hijo tuvo un politrauma severo, creo que ya se lo dijeron pero que pueda respirar por su cuenta propia y que haya mejorado en tan poco tiempo es un milagro. No va a poder hacer muchas de las cosas que hacía antes, pero—

-¿No es...?-Papá duda. -... Retrasado o algo así, ¿Cierto?

-¿Me está preguntando si su hijo ahora tiene una discapacidad mental?

Papá se remueve nervioso en su lugar, supongo que sabiendo que la palabra que usó es ofensiva. Yo aprendí que lo es cuando todos empezaron a llamarme así.

La mujer se vuelve a mirarme.

-Shawn, ¿Puedes escucharme?-Yo asiento. -¿Entiendes lo que te estoy diciendo?-Repito mi acción. Ella le da cara a papá otra vez. -Su hijo no tiene daños cognitivos, al menos no mayores. No dudo que podría tener algunos pocos, pero está bien. Sabe quién es, obedece órdenes y entiende lo que está pasando a su alrededor. Sólo hay que darle un poco más de tiempo para que pueda sanar y recuperarse.

-¿Y cuánto más será eso?

-Es difícil decirlo, aún está en un lugar delicado. Al menos ya no parece necesitar de más cirugías y sólo tiene que quedarse para monitorización y sus terapias. No creo que tenga que quedarse mucho tiempo más-Ella mira su teléfono y luego levanta la vista a él. -Tengo a otro paciente, voy a llamar al fisioterapeuta para agendar las sesiones y que empiece hoy mismo. Trate de hacerlo caminar, eso puede ayudar. Ya me voy.

Y tal y como lo dijo, se va y nos deja a solas con mi padre.

Yo lo miro, él me mira y suelta un suspiro antes de apartar la mirada, casi como si mirarme le doliera. No dice absolutamente nada, sólo guarda silencio y se dedica a mirar el piso.

Alguien toca a la puerta. Veo a una enfermera parada en la entrada mirándonos. Mi visión borrosa aún la tiene difícil para reconocer a la gente a esa corta distancia, pero no me tardo ni dos segundos en reconocer a Holly sentada en una silla de ruedas frente a ella.

-Hola, permiso-Dice la enfermera mirando a mi padre. -Holly quería venir a saludar a su amigo un rato-Dice con calma y metiendo la silla allí. Veo a papá tensarse en su lugar, pero no dice nada al respecto. La enfermera le dice algo a mi amiga, supongo que sobre cuánto tiempo le dieron para salir a pasear y venir a visitarme. Ella asiente antes de que la mujer se retire de allí.

Holly mira a papá. Él no dice nada, sólo se la queda mirando antes de suspirar.

-¿Quieres que los deje a solas?-Me pregunta. Yo miro nuevamente a Holly y doy un asentimiento en respuesta. Él se retira sin decir nada más al respecto. Sé que se puso nervioso porque mamá no quiere a ninguno de mis amigos aquí pero también sé que no es capaz de negarme esto porque estoy así y es obvio que no sabe qué demonios decirle a mi amiga que ahora está paralizada de la cadera para abajo.

Confieso que agradezco no poder hablar porque tampoco sabría qué decirle.

Nos quedamos a solas. Papá cierra la puerta para darnos privacidad. Yo me vuelvo a mirarla a ella.

-Te ves de mierda-Me dice. Yo la miro sin reaccionar aunque sí pareciéndome un tanto divertido que esas palabras sean literalmente las que siempre dice al verme, por lo general al trasnochar estudiando o pasármela jugando videojuegos con los chicos y terminar con los ojos cuadrados por estar frente a la pantalla. -¿De verdad no puedes hablar?

Quiero decirle que podría, pero no tengo energías para responder. No es necesario que se lo diga, ella parece entenderlo.

-¿Puedo confesarte que odio a Ian por sólo haberse roto el brazo? En serio lo odio. No puedo ni mirarlo sin querer gritarle y mandarlo a la mierda-Yo la miro inclinando la cabeza. -No me mires con esa cara, apuesto a que piensas lo mismo que yo.

No se lo voy a negar.

Ella juguetea con sus manos. Guardamos silencio. Yo suelto un quejido para llamar su atención y preguntarle en qué está pensando que la tiene tan preocupada. Ella suspira.

-Ya no sé qué voy a hacer. Me dijeron que no voy a recuperar mi movilidad nunca. Ya no voy a poder irme a la academia de Toronto y no sé qué mierda hacer.

Me gustaría decirle que pese a que es algo triste, es un alivio no poder hacer nada al respecto porque se ve agotada y poder hacer algo implicaría hacer un esfuerzo que claramente no está dispuesta a dar en estas condiciones. Remuevo mi mano para que la mire, así lo hace. La toma con la suya.

-¿Qué vas a hacer tú? ¿Aún podrás ir al George Brown?

No lo sé. Espero que sí.

-A lo mejor podemos irnos juntos. No sé... Estudiar eso de tecnología que querías no suena tan mal-Rueda los ojos ella. Le aprieto la mano en respuesta. 

Guarda silencio y se me queda mirando antes de que su expresión se rompa y sus labios tiemblen. Suelta un muy suave sollozo. Se cubre el rostro para que no pueda mirarla. Yo sólo aprieto su mano.

-Si no le hubiera enseñado esa app a Sally esto jamás hubiera pasado. Nunca hubiera conocido a Jack y nosotros...

"Noes tu culpa" quiero decirle, pero no hablo, sólo la miro. Se muerde el labio notoriamentenerviosa.

-La policía vino a preguntarme por él. Ellos creen que nosotros... Shawn, creen que somos de una red de tráfico. Nos están investigando, pero así investigando mal. El detective ese casi me lleva detenida por no querer hablar.

"¿Y qué les dijiste?" Quiero decir, pero cuando trato de hacer sonar mi voz sólo suelto un quejido. Se me queda mirando claramente no entendiendo mi pregunta, aunque no la culpo por no hacerlo. Acaricia el dorso de mi mano y suspira abatida.

-Dios... Sólo quiero despertar de esta maldita pesadilla de una vez.

Suelto un quejido y aprieto su mano concordando a la perfección con ella.

GONE (S.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora