Te encontré

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[Jueves 3 de marzo del 2022][4/5]


Hace muchos miles de años, existían dos clanes más importantes en Japón, los kitsunes y los ogros, dos especies mitológicas que llevaba la fiesta en paz pero con condiciones, no habría interacción ninguna entre ellos y así fue, hasta que cierto acontecimiento sucedió.

— ¿Qué haces aquí? No camines cerca de la orilla, te podrías caer —

Kojiro nunca había visto un kitsune, solo sabía que tenían orejas como la de los zorros y nueve esponjosas colas, le parecía una criatura fascinante, pero su especie se negaba a darle más detalles de ellos, justo ese día recogía bayas del bosque cuando se topó con un niño, tenía las dichosas orejas de zorro y tan solo una cola, ambas de un color rosado bonito, llevaba puesto un por lo que sabía kimono color blanco con detalles en dorado, parecía ser como.... un príncipe, mas no se veía feliz.

— ¿te perdiste? — 

Kaoru nunca había visto un ogro, pero su gente y su madre le hicieron saber que eran parecidos a los demonios, totalmente innombrables, solo sabía que tenían dos cuernos en la cabeza, el niño que le tendía la mano tenía unos pequeños cuernitos asomándose por su cabello verde, no tenía nada parecido a un demonio, es más sujetó su mano y bajó del tronco cerca a la orilla del río en el que estaba.

— ¿Por qué estás aquí? — 

Los ojitos color vino miraban vino lo escaneaban de pies a cabeza.

— me escapé de casa — respondió con un suspiro triste, su madre estaba molesta con él, porque aún no manifestaba su poder como kitsune, así que huyo del palacio a un territorio que no sabia no era suyo.

— ¿no tienes a donde ir? — miró al peliverde analizándolo de igual manera, su ropa era de color marrón, como su piel, se podían ver algunos parches en ella e iba descalzo.

— no —

— ¿quieres venir a mi casita? — 

— ¿tienes una casa? — 

— sip, ven — el ogro jaló al kitsune por un camino de piedra, Kaoru se preguntó si no le dolían los pies.

Llegaron a un lugar un poco apartado cerca de otro río, era una pequeña casa echa de madera, donde entraban los dos sin problema, dentro había un mesita con dos sillas y unas gavetas a los costados, junto con libros y juguetes.

— ¡eres mi primer invitado! — por alguna razón la sonrisa del contrario también le hizo sonreír.

— es un honor serlo — 

— siéntate ¡vas a probar los mejores onigiris de tu vida! — se notaba que la emoción del moreno al decirlo — los hizo mi madre, me los dio antes que se enfríen y los guardé aquí para que no pierdan su calor — explicó mientras desamarraba el mantel que contenía los onigiris dentro.

El pelirosa, no dudó en tomar uno y llevarlo a su boca.

— son... mucho mejores que los del palacio — 

— ¡Por supuesto que si Cherry, los hizo mi mamá! —

— ¿c-cómo me llamaste? —

— ah... perdón esque tu cabello se parece a una flor de sakura — un suave sonrojo se extendió por sus mejillas ante el apodo, le hacía falta su abanico para ocultarlo.

— n-no importa... me gusta — admitió terminando de comer.

Pasaron lo que fueron horas, jugando y riendo en la pequeña casa, se hizo de noche y la luna estaba de su lado alumbrándolos, sin embargo no todo era color de rosa, pasos apresurados se escucharon a sus alrededores.

One - Shots Matchablossom (//•-•\\)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora