12

2.6K 238 5
                                    

─── •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─── • .  ·• 𖥸 • .  ·• ───

Seis años atrás...

─No encuentro a Liam por ninguna parte... –habló Peter a Lissa.

La mujer de cabellos negros solo rodó los ojos. Hoy había sido el día en que planeaba ir a Italia pues, simplemente quería ver a su pareja, Alec, no a Volterra pero si a Le Leccia con la excusa de hacerse cargo de una de las tiendas que tenía en la gran ciudad de Florencia.

Hoy abandonaría Stettler, Canadá, pero el menor del clan no hacía las cosas fáciles.

─Por Odin, ese muchacho va hacerme perder el control... –murmuró caminando por las desoladas y oscuras calles del pueblo.

─Ten paciencia después de todo tú te hiciste cargo de él –dijo algo de divertido el azabache.

─Ugh silencio, llama a Nicolás y pregúntale si ya volvió. Hay que apresurarse, este chico puede hasta causar problemas –

Asintió con la cabeza. Caminaron en silencio por las calles, ninguno dijo nada mientras Peter tecleaba mensajes a su otro hermano desde su pequeño teléfono móvil. Negó con la cabeza dando respuesta negativa a la líder del clan. Buscaron y buscaron por cada calle, bar y callejón.

Se rindieron y dieron media vuelta para volver a su hogar pero algo los hizo detener. Lissabeth escuchó perfectamente balbuceos en un callejón oscuro, ambos se miraron antes de correr en la dirección que provenía. El callejón estaba desolado a la vista humana pero sonidos se escucharon detrás de un bote basura, Lissabeth se acercó sigilosamente, encontró encima de un montón de cajas con bolsas de basura un pequeño bulto removiéndose.

Un bebé, un delicado bebé que suponía no tenía más de tres meses de nacido y se le notaban uno que otro cabello de color cobrizo. Lissabeth observó directamente ha sus ojos y sintió una calidez inmensa, casi similar a cuando pensaba en su Alec.

Lo tomó en brazos delicadeza, la bebé le miró con curiosidad moviendo sus manitas encogidas.

─Aww que bebé tan bonita. ¿Quién fue tan cruel de dejarte aquí? Debieron llevarte a algún orfanato al menos... –miró con tristeza a la niña.

─¿La llevarás al orfanato? –preguntó manteniendo distancia, no quería causar daños a la bebé.

─No... No lo sé, me gusta. Es muy linda pero supongo que es lo mejor –respondió.

Dutativo Peter dio unos pasos hacia ella y colocó su mano fría encima del hombro de la chica en señal de apoyo.

─Has lo que desees Beth, te apoyaremos en lo que eligas y si sucede algo malo vamos a intervenir –animó.

Sonrió en agradecimiento, miró nuevamente a la niña que le soltó una risa escandalosa.

─Dile a Nicolás que prenda la chimenea, necesita descansar primero –sujetó bien y la arrulló con la manta algo sucia, no quería que se enferme.

LUCID DREAM | Alec V.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora