Levi y Petra son una pareja de casados, conocidos desde la infancia. Se supone que todo iría bien.
Petra ya no quiere estar casada, pero no puede pedirle el divorcio a su esposo, no tiene el coraje suficiente. Así que recurre a sinfín de métodos pa...
Dime.-volteó su mirada y sus labios se formaron en una sonrisa-. Si.-
Su lindo Eren era el paquete completo, era sexy sin llegar a ser vulgar, lo amaba con tanto sentimiento pero no era sofocador, su único defecto (según Levi) era ser tan hermoso que te dolían los ojos de solo verlo.
Si carajo, si si.-se hundía completamente en el muchacho-.
No tan profundo.-arqueaba la espalda-.
¿De que hablas? Te encanta cuando toco aquí.-volvía a tocar el punto dulce del castaño-.
Lo amaba muchísimo, lo amaba con todas las fuerzas con las que nunca había amado, y era realidad, nunca había amado a Petra, por eso la relación era tan agotadora. Pero cuando conoció a la luz de sus ojos, todo era completamente distinto.
Si el muchacho ensuciaba, no le molestaba limpiar, si gritaba, no le molestaba escuchar, si reía, no le molestaba ser la causa de su risa, si lloraba, no le molestaba abrazarlo. Y por una mierda, se había vuelto un maldito adicto al sexo, no podía dormir un día sin sentir a su Eren brincando encima de él.
Nunca había sido fan del sexo, no hasta que lo conoció a él, era una maldita obra de arte, todo su ser en toda la extensión de la palabra.
Levi Ackerman era todo un terrón de azúcar con el castaño, pero aún así no todo era miel sobre hojuelas, su muchacho aún estaba celoso de la relación que mantenía con Petra, de que lo siguiera invitando a cenas familiares. Esas cosas ya no le correspondían a ella y eso era lo que le molestaba, se seguía dando lugares que ya no le correspondían, por más que Levi fuera su amigo, seguía siendo su ex esposo, y eso le hacía hervir de furia.
¿Un día nos casaremos?.-volteaba a ver a su novio-.
¿No crees que es muy pronto?.-miraba al amor de su vida-.
Llevamos 3 años de relación, no creo que sea pronto.-volvió su vista a la película que miraban-.
Todos los sábados veían películas, ninguno era capaz de romper esa tradición que habían creado.
Entonces cásate conmigo.-puso un anillo enfrente del muchacho, impidiendo su vista a la pantalla del televisor-.
Oh dios.-estaba pálido mirando el anillo, no creía que se lo fuera a proponer de verdad-. ¡Si! ¡Pónmelo pónmelo pónmelo!.-le gritaba desesperado causando la risa del mayor-.
Colocó el anillo en el dedo anular de su ahora prometido y se llenaron de besos.
Oh Dios.-estaba llorando en el hombro de su ahora prometido-. Yo lo decía de broma.-besaba el bien perfilado rostro-.
Te aseguro que no es ninguna broma.-también besaba todo lo que podía besar-.
Amaba a su Eren, lo amaba con todas sus fuerzas, daría su vida por él.
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Holaa 💕 ya casi estamos cerca del final, ojalá les guste como vamos avanzando -Isa
