【 parte 1 】

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Sus manos fueron apresadas por sobre su cabeza, mientras esta misma se hacía para atrás ante las fuertes embestidas

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Sus manos fueron apresadas por sobre su cabeza, mientras esta misma se hacía para atrás ante las fuertes embestidas. Su cuerpo se estremecía cada vez que la mano libre del pelinegro se deslizaba por su desnudo torso con lentitud, logrando acabar con su completa cordura. Juraría y sus glúteos estaban igual de rojos que sus mejillas por cada que las caderas del contrario chocaban con tal brusquedad que él adoraba.

Movió cada vez más rápido sus caderas al ser maltratado su recto con velocidad, esa que lo hizo correrse una segunda vez por lo bien que se sentía.

Ni siquiera había notado el momento en que terminó tirado de espaldas en la cama con su mejor amigo acariciando y besando su pequeño cuerpo con aquella delicadeza tortuosa y la completa lujuria.

No era como si fuera la primera vez, hace unos años atrás cuando había cumplido sus 14 años, se rindió a poder encontrar un amor, porque ¿qué le aseguraba gustarle a alguien si había pasado 14 años de su vida más solo que la soledad?

Si fuera por poco, sus compañeros no eran de impresionar.

A temprana edad había descubierto que podía gustar tanto de mujeres como hombres, aunque realmente no lo sabría con exactitud si no simpatizaba en el ámbito amoroso con alguien. Pero tampoco es que pudiera admitirlo con su persistente ego.

Razón por la que cuando llegó a la pubertad no se vio en la disposición de rechazar la tentadora oferta de su mejor amigo; ya ahora, amigo con derechos.

Jeon JungKook.

Éste le había propuesto ser su primer beso, al ser él también quién no había encontrado a alguien y no pensaba salir de la escuela media sin haber besado a alguien. Fue entonces que se acercaron y sus labios colisionaron de la manera más hermosa y dulce, moviéndose al ritmo del otro sentados en aquel tapete de Iron-Man.

Cursi.

Desde ese día su mejor amigo había pasado a segundo plano.

Una noche, ya años después, cuando se habían ido a una fiesta de su compañera de clase. Terminaron tan embriagados que por poco se caían al intentar regresar a casa, parecían dos tomates caminando por la calle mientras reían de sus malos y patéticos chistes, y cantaban canciones absurdas junto a fuertes gallos.

Pero ése no era el problema, todo empezó al llegar a casa del menor entre ellos, Kim TaeHyung, alias el alma de las fiestas.

Lugar dónde terminando con su último absurdo y patético chiste, se miraron a los ojos preguntándose porque había un brillo en el contrario que lograba atraerlo tanto. Y con sus mentes nubladas se acercaron y compartieron el segundo beso de sus vidas, beso que se tornó a otros rumbos cuando cayeron sobre la cama y sus cuerpos se unieron en uno solo.

Desde ese día, todo se había salido de control.

JungKook le propinó una fuerte embestida que lo hizo arquear la espalda mientras mordía su labio inferior ante la furiosa expresión que tenía el mayor. Y vaya que tenía sus buenas razones.

𝗰𝗶𝘁𝗮 𝗱𝗼𝗯𝗹𝗲 𖥔 kookv.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora