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La palabra casualidad encierra muchas cosas, unas buenas, otras malas. Depende de en que situación te encuentres.

En mi caso, es como decirlo una casualidad inoportuna.

Cuando Carlos me invito a caminar nunca imagine que la vida me jugaría una casualidad inoportuna. Y por supuesto que no me lo esperaba, encontrar a aquel muchacho en aquellas competencias de Basketball que se presentaban esa tarde.

Sentada en las gradas, perdida en la gente nós encontrábamos los dos el observando emocionado yo por otro lado con aquel enjambre en la cabeza,  mirando a aquel muchacho jugar, tratando de convencerme de que era un juego como cualquiera, pero mis ojos traviesos lo ubicaban una y otra vez.

Que podía hacer, parecía como si yo no pudiera controlar mi cuerpo, mis sentidos y mis sentimientos.

Cartas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora