" Y que pasaría si el cuento que nos han vendido toda nuestra vida del amor verdadero es solo una mentira".
Maximiliano se había encargado de todo, aunque que iba ser algo sencillo había contratado un maquillador y estilista. La prueba del vestido había sido dos días antes, pero me aseguró que la misma Vera wang se ocuparía de todo.
Yo fingí seguirle la corriente, la verdad no sabía quién era esa señora, pero hizo los arreglos en un día.
Los invitados eran unos amigos de Maximiliano y socios, cuatro como mucho tenía entendido.
Al terminar me quedé viendo a la chica pelirroja que se encontraba en el espejo, estaba aterrada y no sé ni por que me sentía así, ésta era una boda de mentira.
Después de esto, cada uno tomaría su camino.
El vestido era de encaje con piedras diminutas en el escote y la cola, si bien no era muy pronunciado enmarcaba mis pechos y el corte sirena hacia resaltar mi trasero.
El sonido de la puerta me hizo dar un salto mientras que Ely entraba — ¡Pero qué hermosa estás!.
Cómo no tenía familia más que a mi abuela, Maximiliano accedió a que invitara a Ely, después de todo ella siempre se ha portado como una buena amiga y de todos modos se iba enterar.
Rápidamente mis ojos se aguaron y luchaba por no llorar.
— ¿Todo bien cariño? No llores que vas a arruinar tu precioso maquillaje.
Ella sabía leerme, mejor que yo misma.
— Solo venía a decirte que ya está todo listo y el "León" me ha pedido que sea yo quien te lleve hasta el altar.
— Ssí...si son los nervios ya sabes.
No podía dejar que se diera cuenta, o tendría que contarle toda la verdad y con eso daría fin al contrato.
— Que bien escondido te lo tenías...picarona. Entiendo que quisieras que fuera un secreto salir con el jefe pero reconozco que me dolió un poquito que no me contases.
— No podía decírtelo lo siento tanto, se lo prometí y la verdad también tenia miedo que pensaras mal de mi.
— Bueno ya está, hoy es el día más importante de tu vida así que disfruta.
Al entrar por el pasillo Maximiliano volteó para encontrarse conmigo mientras sonaba la marcha nupcial, era de esperar que su expresión no cambiara en absoluto, pero por dentro me sentía triste, ya sé que era una farsa y me lo repetía mil veces pero algo dentro de mi quería, que después de pasar tantas horas arreglandome para este día, su reacción fuera otra.
Él aún tenía un extraño efecto sobre mis emociones, era muy apuesto pero también había algo más, era como si me atraía y repelía al mismo tiempo.
Su mirada fría y penetrante pronto se volvió hacia mí y sentí ruborizarme.
— ¡Puede besar a la novia!
— Al menos finge estar feliz... Aún que no te guste mucho ¿Verdad?.
Sus frías palabras rápidamente me hicieron entrar en razón.
Lentamente se inclinó sobre mi con su cara perfecta. Los labios de Maximiliano se retorcieron con cinismo.
El posó sus manos hacia mi espalda y con un movimiento me acerco a él. Al unir nuestros labios sentí una corriente eléctrica por mi cuerpo, casi como un hormigueo y me sorprendió que durara más de lo necesario. Había gente presente así que hice mi papel y le seguí el juego con mi corazón latiendo rápidamente cada segundo.
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Vendida al magnate
RomanceAria Michell se quedó sin nada cuando su padre se fue dejándola a cargo de sus deudas ... Pero entonces Maximiliano le ofreció una oferta que no pudo rechazar, Pagaría sus deudas. Desesperada acepto casarse con él ¿Pero a qué precio? Se había casado...