▻ ᴄᴀᴘ [3] ​ೄྀ

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⚜︎︴AMARGO SABOR

ʚ ₊ ˚ ﹋・﹋﹋・﹋﹋・﹋ ˚ ₊ ɞ

[ Narrador ]

— De-demonios... esto no estaba en los planes...

Mencionó un joven herido tendido en el tronco de un árbol cubierto con algo de nieve, mantenía presión en la parte derecha de su dorso, poseía una herida algo profunda en dicha zona.
Las cosas se habían salido de control, tomó como medida hacer de carnada para poder salvar a su tropa, si no lo hubiera hecho estarían en aprietos, lamentaba no haber insistido en que enviaran consigo a un usuario de una visión geo, eso habría sido de mucha ayuda.
El ambiente era sumamente frío, con el pasar de los segundos su piel se sentía más y más helada, la nieve tapando algunas partes de su cuerpo tampoco le era de ayuda.
Las cosas no parecían querer mejorar en lo absoluto, lo único en lo que pensaba era que la tropa lograse escapar y resguardarse lejos de donde fueron atacados, él ya se las arreglaría para lograr salir de esta como lo había hecho en múltiples ocasiones durante misiones anteriores.

— Me pregunto... ¿Qué habrías hecho tú?

Sus ojos se cerraban lentamente tratando de imaginar la escena de cómo reaccionaría el menor al verlo de ese modo, tratar de imaginarlo causó que una ligera sonrisa se formara en sus labios. No sabía que pasaría, pero se obligaba a mantenerse despierto, no moriría en ese lugar, aún tenía una promesa que cumplir, dirigió su diestra a su pecho haciendo algo de presión sintiendo la calidez de aquella pequeña y dura fuente de calor que se mantenía oculta en su chaqueta.

— No moriré en este lugar...

Trató de levantarse pero sus piernas flaquearon haciéndole caer nuevamente a la fría nieve manchada con el rojo de su sangre.
Escucho pasos acercándose a su dirección, eran apresurados, su cuerpo reaccionó a esconderse tras menor un árbol de roble, cuyo tronco era lo suficientemente ancho para ocultar su cuerpo.
¿Acaso lo habían descubierto? ¿cómo saldría de esa situación? Suspiro asomando un poco su cabellera, a lo lejos divisó a dos personas jugando en la nieve.
Uno de los presentes portaba un ropaje menos abrigado que el otro, mientras uno portaba matices cafés y ámbar, un porte delgado y elegante, el otro llevaba tonalidades blanco, rojo y negro, emanaba un aire más liberal y juvenil, ambos jóvenes son resaltante, debido a ello logro divisarles con tanta facilidad.
Tenía dos finales si se arriesgaba buscando que le ayudarán, el primero, en este si le ayudaban pero tenía una probabilidad del 36% de efectividad y la segunda, se encontraba la posibilidad de un 64% de que lo dejaran tirado a su suerte.
Los números no estaban a su favor, pero las oportunidades se le acababan, tenía que actuar ahora si no estaría en más problemas.
No sabía lo que pasaría pero no perdería nada intentándolo, se levantó con cuidado aun haciendo presión en la herida, noto que ambos hombres parecían ser más altos que él, o al menos eso era lo que sus ojos lograron deducir por las sombras.
Ya decidido a actuar apoyó su cuerpo sobre el roble buscando impulso de su tronco, tomando la fuerza que quedaba en su mano zurda impulsó su físico hacia un lado iniciando una caminata poco estable, de vez en cuando se movía hacia los lados tratando se seguir hacia adelante.
Pero como todo ser humano.. Su cuerpo tiene un límite, el cual fue alcanzado sin darle tiempo a sujetarse de algo para que el golpe no sea tan rudo.
Todo a su alrededor se torno en negro, tan profundo que lo jalaba, succiona a su ser, como todas aquellas pesadillas que tenía de niño y ahora siendo adulto habían regresado para atormentarlo.

Desde que el joven fue encontrado desplomado en la fría nieve, con una grave herida en su dorso, los sujetos que le ayudaron se encuentran al pendiente de su estado, ya han transcurrido algunas horas desde ese momento, por lo que corroboraba por turnos que su fiebre bajara al igual que la cueva donde se escondían se mantenga cálida, podría ser peligroso para los tres su aquella pequeña llama de fuego avivada por algunas ramas secas se apagaba.
La apariencia de aquel joven no pasaba de los 24, pero su manera de vestir tan conservadora le hacía parecer un señor de hacienda. Chaqueta negra alargada, una camiseta blanca por debajo junto con un chaleco color azul oscuro, no traía corbata, en su lugar los primeros 2 botones de la camisa se encontraban desabrochados mostrando una prenda apegada de cuello alto en color negro, manos enguantadas con la base de sus plamas en la misma tonalidad que la chaqueta, pantalones semiajuntados acompañado de las botas de cuero altas, tradicional en un hombre importante o solo de alguien que le gusta cuidar su apariencia ante los demás, por otro lado su rostro era casi perfecto, algo apagado, no parecia tener una vida sencilla, su largo cabello sujeto en una coleta de lado que ahora se encontraba al lado de su cuerpo reposada en la cama improvisada que hicieron con sus abrigos, partiendo de ese hecho era la necesidad de que el fuego no se apagara.
Lo más resaltante de este muchacho era el aura que emanaba, era misterioso y triste, pero era una tristeza de pérdida, como si ya no tuviera a su lado lo que le daba la motivación en su vida.
Otra cosa misteriosa en el es ese parche que cubre su ojo derecho ¿Qué habrá tras ese pedazo de tela negro?¿Alguna cicatriz?¿Una marca? la necesidad de averiguarlo carcomía al menor de los sujetos ayudantes.
Ambos eran portadores de visiones por lo que si las cosas llegaran a complicarse lograrán darle una solución, por suerte uno de ellos era bueno en el combate cuerpo a cuerpo mientras que el otro se especializaba en la defensa, un excelente grupo a decir verdad.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2023 ⏰

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