𝐖𝐇𝐎 | ❝ ━¿Quién eres tú? ❞
❝ ━Tú no eres la chica de quien me enamoré. ❞
Donde Yeji es engañada por Timothée.
Ella busca iniciar su vida desde cero pero
él no piensa dejarla hasta recuperar
su corazón.
Timothée x female OC
#1 Chalamet
#1 Timmy
#...
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26. ¿Lo vas a olvidar?
Olivia y yo estábamos acostadas en la cama de su habitación de hotel viendo el ventilador dar vueltas a velocidad media. Hacía un calor insoportable; el hotel estaba haciendo mantenimiento a los aires acondicionados y lo que nos quedaba eran unos ventiladores de techo para aliviar el infernal calor de la tarde.
—Es tan adictivo, no puedo dejar de verlo dar vueltas. —comentó la rubia sin despegar la mirada del techo. —A cierto punto llegas a ver dos personas tomadas de la mano dando vueltas.
—A mí me está empezando a marear. —dije sentándome al ras de la cama —Y creo que a ti también porque no veo a las dos personas tomadas de las manos.
—Sólo es que uses la imaginación, Yeji. —dijo la rubia sonriendo. En ese momento, apareció Madelaine en el marco de la puerta.
—¿Ya están listas? —preguntó la pelirroja.
—¿Para qué? —Pregunté.
—Los del hotel harán una fogata colosal frente a la playa esta noche. Lana cree que es perfecto para despedir nuestra última noche acá. Opino igual. —dijo con un tono más emocionado.
—Ugh, suena muy romántico... —dijo Olivia incorporándose. Había pasado tan solo un día desde que había dado por finalizada —en buenos términos— su relación con Tom y aún se le veía algo afectada, pero había estado de buen humor el resto del día. Comprendo que esté algo harta de lo romántico.
—Pónganse algo bonito y fresco que no tarda en atardecer. Será hermoso verlo juntas. —dijo mientras se alejaba en el pasillo.
—Voy si tú también vas. —dijo Olivia volteándose a verme.
***
Luego de ponernos unos crop tops que hacían referencia al estilo de los trajes tradicionales de México y faldas largas adecuadas para la ocasión, fuimos al extremo de la playa donde sería la fogata. Sin duda era colosal; grandes troncos de madera eran abrazados por una estela de fuego ardiendo hacia el cielo, hacía un gran contraste con el siendo pintado por la última hora de luz de sol. Todo estaba organizado para que cada uno se sentara cómodamente, unos cojines bastante bohemios para mi gusto que estaban cierta distancia del uno con el otro, y al lado unas hieleras con bebidas y bocadillos para disfrutar del atardecer mientras la fogata les diera un acogedor calor. La noche cada vez amenazaba aún más y todos los que estábamos allí disfrutaban del bello atardecer que México nos regalaba. De alguna manera me sentía en paz, mis preocupaciones se sentían como la arena escurridiza; se desvanecían con el aire fresco. Veía como Olivia, Lana y las chicas reían con placer al escuchar las anécdotas que contaba Lana sobre Robert, era inevitable no reír al escucharla. Sin embargo, yo estaba demasiado a gusto disfrutando de la paz que no había sentido en días. A pesar de saber que era algo pasajero, quería disfrutar de ese momento y poner en orden todo lo que pasaba conmigo. Incluso, por más que no quisiera, reflexionar sobre Timothée.
