o6 ━ real life

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Prueba uno y contando

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Prueba uno y contando.



—Ah, mierda. —mascullé. Me había cortado el dedo con una hoja de papel. Ordenaba los documentos de confidencialidad. Tenía que guardarlos en un lugar seguro y en ese momento, la supuesta mini oficina que tenía estaba debajo de esas hojas.

Me llevé la yema del dedo a la boca para quitar la pequeña gota de sangre que salía de él y proseguí con mi lucha contra las hojas de papel.

Era sábado, normalmente acostumbraba a salir a caminar y luego atrancarme con helado mientras veía alguna serie, pero esa tarde hacía demasiado frío para salir y comer helado. Miré hacía la ventana de la habitación; el cielo estaba gris y amenazaba en nevar. Perfecto para un café espumoso.

Yo había adquirido ese apartamento especialmente para los días en mi estancia en USA, frecuentaba muy a menudo Nueva York meses atrás, casi vivía ahí, pero ya no había razón por la cual hacerlo. Había decido que sólo sería un apartamento para vacacionar y para los proyectos que se estarían desarrollando en la ciudad.

Al terminar de organizar todos esos documentos y dejarlos en una carpeta en el escritorio, fui directamente a la cocina. Activé la maquina de capuchino y no tardó en llenarse todo el lugar en ese delicioso olor a café. Vi la hora a través de la maquina, casi llegaba la noche.

Por mi mente estaba pasando una mini guerra entre mis neuronas decidiendo si ordenar comida o ir a invadir a alguien cercano para que me diera de comer. La cocina no era mi especialidad, solo servía para comerla.

Me subí a la isla y me senté esperando a que el capuchino estuviera. Mi mamá me hubiera dado unos buenos porrazos por hacer eso teniendo bancos en los cuales sentarme, pero era mi casa.

Mi casa, mis reglas.

Saqué mi móvil, activé el estéreo del apartamento para colocar una canción de mi repertorio de música favorita.

Quién mejor que The Weeknd para extraordinaria tarea.

No pude evitar saltar de la isla y ponerme a bailar. No eran exactamente movimientos dignos de un buen bailarín, pero si de alguien que disfrutaba de buena música.

Estando en mi habitación con mi capuchino en mano y la música en su mejor momento, comencé a buscar entre mi armario; camisas, vestidos cómodos, jeans, ropa interior, todo lo necesario para un viaje para desconectarme del mundo en Australia, aunque sea por un corto tiempo. Aún faltaban unos días, pero estaba segura de que no me daría tiempo después del trabajo.

No me había dado cuenta en el instante, pero mis mejillas estaban hinchadas por esa sonrisa tontuela en mi cara. Estaba emocionada, debía admitirlo, extrañaba ver esos campos de flores desde la puerta de mi patio y sentir el calor sofocante de inicio de año. Seguramente ya se encontraban los últimos días de verano y no pretendía perdérmelo.

𝐖𝐇𝐎 ━ 𝘵. 𝘤𝘩𝘢𝘭𝘢𝘮𝘦𝘵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora