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Marinette estaba haciendo la tarea, muy concentrada, intentando ignorar al chico que estaba atrás de ella, caminando en círculos, aburrido.

Félix fue a visitarla en el mejor y el peor momento de todos, el mejor ya que sus padres no estaban y no la iban a interrogar o hacer pasar vergüenza y malo por tener mucha tarea.

-Oye, bobita, estoy aburrido, hagamos algo.- dijo el chico, abrazandola de atrás.

Marinette fruncio el ceño y suspiro con cansancio.

Si Chat noir fuese emo, definitivamente sospecharia que su verdadera identidad es Félix.

-No sé como sea para las princesas que tienen una fortuna que asegura su futuro de por vida, pero la gente normal, con una vida normal, como yo, tiene que estudiar para escalar los difíciles escalones de la vida, así que bobito, hazme el favor de dejarme terminar mi tarea.- dijo la azabache con enojó.

Muchos se daban apodos empalagosos en su relación, pero ellos... sus apodos eran usualmente bobita y bonito, tonta y tontito, Chilindrina francesa y Barbie francesa, entre otros insultos dichos con cariño.

-No importa cuanto lo intentes, eres una idiota y siempre lo serás, así que juega conmigo que soy el único que te soporta por más boba que seas.- dijo el rubio, intentando ser cariñoso.

Marinette lo agarró del cabello con fuerza y le movió la cabeza.

-Me vuelves a decir idiota y me vas a conocer, idiota.- dijo, con enojó.

-Sólo un idiota se enoja de la verdad, idiota.- dijo Félix, agarrandola de una de sus coletas y devolverle los tirones de cabello.

Tom y Sabine que habían regreso, pasaron a la habitación de su hija para quedar en shock, viendo como Marinette se estaba agarrando de los pelos con un chico.

Félix al notar a los padres, la dejó y se paró firme, no queriendo dejar una primera mala impresión pero Marinette como una buena y madura novia, se puso de pie y le agarró del cabello.

-Hola, mamá y papá, está cosa es Félix.- dijo la sonriente chica, sacudiendo la cabeza de su novio de los tirones de pelo.

El chico que hacía lo máximo para contenerse, miró a los confundidos padres de la chica.

-Yo... soy el novio de su hij...

Y Marinette se puso atrás de él, agarrandole de las mejillas y estirandolas.

-¿Me dan pelmiso de educabla?- preguntó el rubio, con un tic en el ojo mientras su querida novia le levantaba los labios, haciéndolo sonreír.

Tom y Sabine se miraron, todavía confundidos pero sonrieron.

Nunca vieron así a Marinette, en el tiempo que salió con Luka se vio incómoda todo el tiempo pero con ése chico era completamente diferente.

-Adelante, nosotros ya nos vamos.- dijo la mujer, llenadose con su marido.

Marinette palidecio y se alejó, asustada por la que le esperaba mientras Félix volteaba con una sonrisa malvada.

-¡Muhahahah! Ahora es mi turno.- dijo el chico un tanto desquiciado.

Marinette hizo pucherito, sintiéndose traicionada por sus padres.

-Fe... Félix, recuerda que soy una chica y me tienes que tratar con...

-¡Igualdad de género, no seas una dama cuando te conviene!

Y el rubio salto sobre Marinette para vengarse mientras que abajo, los padres de la chica se abrazaban, melancólicos mientras oían los gritos de socorro de su hija.

Los hijos crecen tan rápidos cuando se dan cuenta.

Rubio equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora