Extra 3

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Perdida

Esto pasó realmente en el libro pero no quise ponerlo porque se desviaba mucho de la historia principal.

Pasa en una noche X después de la publicación de su foto desnuda y antes del baile de Boreal.

Alisa

Llorando desesperada en la solera de una calle que no conozco tomo mi celular con las manos temblorosas.

No sé a quién llamar, no tengo a nadie, estoy totalmente sola.

Llegué aquí por estúpida y por jugar con fuego, algo que definitivamente no debí haber hecho.

Hace 4 horas atrás...

Estaba en mi habitación, dando vueltas como siempre, acababa de tener una cita con mi terapeuta por Meet y me dijo que estaba sobre exigiéndome.

Que evitar a Min no haría que el dolor se fuera ni que esconder lo que pasó me haría mejorar.

Tenía una crisis de culpa como se me son tan comunes, me sentía como la mierda.

Así que cometí el primer error.

Abrí su mensaje.

El mensaje de Peter Jobs pidiéndome que nos viéramos en el hotel de siempre.

Acepté.

Sabía que no era correcto pero sólo quería olvidarme de todo un momento, nadie lo sabría, solo una hora de paz.

También sabía que era muy probable que él hubiera subido la foto mía a Instagram, pero es él chico que más conozco de todos lo que tengo esperando así que con él me voy a la segura.

Me arreglé, me maquillé y me subí a su auto cuando vino a buscarme.

Dentro de él ya no me sentía tan cómoda como antes, no era la primera vez que lo hacíamos, era común que me citara en el hotel, yo aceptaba siempre, el me iba a buscar y nos íbamos a tener sexo toda la noche.

Era mi vida antes de Min...

Era mi vida antes del aborto...

No me sentía para nada bien en el auto con él.

— ¿Cómo has estado, Ninfolisa?— se rió.

— No me llames así— le dije arreglándome el vestido.

— Te has desaparecido por más de una semana ¿Te piensas volver monja?— se burló— Serias la monja la pecadora de la maldita iglesia.

— No seas cruel, sólo quería estar sola— balbuceé mirando a la ventana.

— ¿Estar sola? Sabes que me importa un carajo lo que sientas pero no me abandones, mi verga te extrañó— tomó mi mano y la llevó a su entrepierna.

No me sentía bien, ya no quería estar aquí.

— Oye...— hice el intento por quitarla— No me siento bien.

— Deja de hablar joder, no me importa— se rió— Voy a parar para que me la mames.

Hizo el movimiento para detener el auto y yo me empecé a inquietar, chupársela era algo que claramente no quería.

— No quiero hacerlo— le dije con seguridad.

— Para eso te traje— se molestó— Ahora abre la maldita boca y chúpamela.

Extras DestructionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora