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Las manos de Xiao temblaron y una taza impactó al suelo cuando la voz de Venti gritó: ¡Kazuha está en televisión! Y de manera inmediata, todo 4NEMO se encontraba pegado frente al tv.

Era un vídeo, un cover. Kazuha lucía nervioso y los tres veían sus manos temblar mientras tomaba su buen bajo entre sus pálidas manos. Su cabello había crecido por debajo de los codos y su usual coleta era ahora una coleta alta.

—He hecho esto millones de veces y aun me tiemblan las manos —murmuró el albino mientras una sonrisa se moldeaba sobre sus labios con su vista fijada en la cámara —comencemos.

Aether le subió el volumen al televisor, poseía un brillo inusual sobre sus ojos.

—“He was a boy, she was a girl, can i make it any more obvious? —un cover en bajo por parte de Kazuha de Sk8er Boy resonó en toda la sala de estar. Los dedos del bajista tocaban al instrumento de una manera singular —he was a punk, she did ballet. What more can i say? He wanted her. She'd never tell secretly she wanted him as well —Xiao sonreía, y sus ojos viajaban desde el rostro del ex miembro de 4NEMO en el televisor hasta su propia guitarra eléctrica, esa jodida canción de Avril Lavigne le sonaba tanto a el grupo en sus inicios —but all of her friends stuck up their nose, they had a problem with his baggy clothes. He was a skater boy, she said see you later boy. He wasn't good enough for her —Venti miró por el rabillo del ojo como Xiao miraba pensativo frente a su guitarra, la guitarra que Kazuha le había regalado por su veinteavo cumpleaños —she had a pretty face but her head was up in space. She needed to come back down to earth.

—Maldición —murmuró Aether, mientras tomaba asiento en el sillón en forma de L, esa sonrisa en sus labios nunca traería nada bueno —ése idiota sigue tocando el bajo de manera antinatural... Hijo de puta.

Venti y Xiao aceptaron lo dicho por el rubio como verdad absoluta, pues razón tenía.

—Five years from now, she sits at home, feeding the baby she's all alone. She turns on tv, guess who she sees. Skater boy rockin' up mtv —una silenciosa mirada compartida entre tres sería el inicio de traer a Kazuha devuelta, costará lo que costará, o en su defecto, golpear al que hubiera que golpear —she call up her friends, they already know, and they've all got tickets to see his show. She tags along stands in the crowd. Looks up at the man that she turned down.

Kazuha miró las flores Qingxin sobre la tumba de su padre, lucían frescas, una sonrisa casi imperceptible fue concebida en sus labios, acunando unos usuales hoyuelos

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Kazuha miró las flores Qingxin sobre la tumba de su padre, lucían frescas, una sonrisa casi imperceptible fue concebida en sus labios, acunando unos usuales hoyuelos.

Se sentó en cuclillas frente a la lápida de cemento macizo, sumido en el más completo silencio. “Kaedehara Fujishiro” había sido marcado con suma precisión sobre la lápida, puede que padre e hijo no hayan prácticamente convivido, pero Kazuha siempre había sentido un gran respeto por su padre y madre.

Una mano cayó sobre su hombro, fue leve y lo hizo caer de la posición donde estaba cómodamente sentado. Ojos marrones tirando a un amarillo lo miraron desde arriba. Kazuha palideció, la idea de enfrentarse con Aether lo atemorizada.

—Kazuha, soy yo, Lumine —murmuró la mujer, agitando la mano frente a él. El ruido producido por las pulseras metálicas lo hizo mirarla fijamente.
—Lumine... Lumine —pronunció.
—Vine a visitar a mamá, no pensé que te vería aquí —dijo la mujer, mientras escondía sus manos en los bolsillos del pantalón —¿quieres un café? Yo invito.

Kazuha sonrió de costado mientas sacudía la tierra de su pantalón de mezclilla, aceptando gustoso la invitación de la rubia.

Lumine era una mujer que cruzaba sus veinticinco años, un poco más baja que él y de cabello corto rubio, era alguien bastante seria y una muy buena baterista. Kazuha solía pensar que los hermanos habían heredado algún talento esencial con las baquetas.

El ambiente que se desarrollaba dentro de la cafetería antes de su entrada era común, y por suerte, siguió así cuando ellos decidieron sentarse junto a la ventana. Vintage era la palabra que describía su estética, mesas de madera y sillas cómodas pero no llamativas, la barra de madera tallada se encontraba un poco vacía, y tras la misma, una mujer vestida elegantemente de violeta daba órdenes a los mozos y anotaba pedidos.

Kazuha pidió un café cortado con leche y dos croissant, en frente de él, Lumine pidió té verde y alguna galleta que él desconocía.

La cafetería era pequeña, pero agradable, había bastantes mesas, un gran ventanal que daba a la calle y al fondo, casi mezclándose y perdiéndose, un pequeño escenario, que parecía un escenario de stand up.

—Es muy bonito Lumine, me disgusta no haber encontrado este lugar antes —mencionó el chico, centrándose por fin en la rubia, quien rió ante lo dicho.
—No me sorprende, es relativamente nuevo, ¿ves a la chica de pelo violeta por allá? Es la dueña, una buena amiga mía —respondió, mientras miraba a la jefa con una ceja alzada —ha sido el sueño de Keqing desde que la conozco, y es mi deber traer clientes, ella y su esposa pusieron mucho esfuerzo en ésto, me gusta que les esté dando buenos resultados.

Kazuha sonrió, sin mostrar sus dientes. Lumine era muy parecida a Aether cuando quería, aunque ella odiara parecerse a mellizo, era la pura verdad.

No hubo conversación incluso cuando la moza trajo sus pedidos, Lumine era alguien a quien no se le daba muy bien charlar y a Kazuha tampoco, así que el último se dedico a mirar a las diferentes personas pasar frente al ventanal, y a veces, escuchando las conversaciones que ellos tenían, pues los cristales eran bastante finos y la gente suele hablar muy alto.

“—¡idiota, te estás alejando! —escuchó del otro lado —, nono, estoy seguro que es por acá —¿esa voz? —Ganyu me dijo que era por acá —Kazuha dejó la taza suavemente en la mesa cuando una persona, quien se encontraba de perfil detuvo su andar —dale Venti, cuando llegues ya va a cerrar y te voy a hacer dormir con perlita.”

Kaedehara se pasmo mientras miraba a la persona frente al vidrio. Lumine ya no estaba, la había escuchado decir que iría al baño. El pelinegro frente al ventanal llevaba su derecha al hombro para acomodar un poco mejor la funda de la guitarra.

—Xiao...

Hola, aparezco después de meses sin actualizar esta historia 👍

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En mi defensa, tuve un bloqueo creativo con esta madre y no sabía cómo seguir, pero acá estamos.

Espero que les haya gustado.

— Mer.

1124 palabras.

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