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La primera clase pasó, era turno de descanso y salieron de sala, el chico del parche alistaba sus cosas, mientras los dos otros lo esperaban a la salida de la sala/aula

—Oye we..

—Que querés?

—Que piensas del poliamor?

un silencio incómodo abundó entre los dos

—Pues.. vale verga, mientras sea amor mutuo entre todos está piola

—Ya veo..

—Pff-.. es gracioso viniendo de alguien que usa lentes re gruesos

—Que pesado eres..

En ese momento Antonio habría pasado por la puerta, dejando a los otros dos mirando mientras se alejaba

—Y este we?

—Ni idea, vamos, Antoni-

Se detuvieron cuando vieron que otro chico se habría acercado a él, empujandolo levemente mientras el otro caminaba


—Que mier.. ush..

—Primer día y así me recibes?.. no seas malo conmigo~..—Dijo este abrazando al chico por detrás

—Qué mierda quieres, y quítate

—Qué te parece.. una noche junto a mi príncipe azul, seré bueno, cariño~

—Deja de joder, Matthew, entiende que me teni' chato

—Por qué tan seco?

—Porque eres desagradable..

—Bien, entonces paga lo que me debes si no quieres morir

—Te dije que ya te pagué todo, y deja de seguirme

—Aún te falta, los chicos no me han pasado nada

—Pues jodeles a ellos,

—No, confío en ellos

—Entonces vete a la mier—El chileno fué interrumpido por el ahorcamiento que le estaría dando el chico contra uno de los casilleros allí

—Te crees muy gracioso, eh?..

—Ugh-! Jódete, y sueltame, no hagai' escándalo—Forcejeó con los pies, sin buen resultado, haciendo que el otro tomase el muslo del otro, poniéndolo en sus caderas y presionando su cuerpo contra el otro—Ahg!!, eres repugnante!!—La gente habría empezado a rodear la escena, murmurando aún sin nadie hacer nada, hasta que en un momento, una voz habría llegado a interrumpir tal acoso

—Ey!, suelta al chico! —Un pitido fuerte pasó

Toda la gente se encontraría intentando abrir paso a la escena, para que aquél chico con el silbato pudiera llegar donde ellos

—Qué ocurre acá?

—Nada que le incumba..—Soltó el muslo y cuello del otro, el cual solo lo seguía mirando fijamente

—Matthew, a mi oficina, igual tú, chico, los quiero allá lo que vuelva

—Está bien, entrenador.. Y ustedes, que miran, fuera de acá si no quieren una golpiza..

—Anto!—El mexicano intentaba llegar por entre medio de las personas

—Lárgate, Leonardo..

—Todo esto es por tu culpa—Dijo el extraño empujando a Antonio—

—Cállate, mejor vamos con el entrenador luego..

—Como digas, princesa—El otro no respondió al desagradable insulto

°Apostandø tu amør°      [Mexile/Argchi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora