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El ambiente navideño comenzaba  a inundar los pequeños rincones del castillo: la nieve cubría la mayor parte de los suelos exteriores, los elfos domésticos comenzaban a evitar la preparación de platillos fríos y la nevada obligaba a la mayoría de ...

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El ambiente navideño comenzaba a inundar los pequeños rincones del castillo: la nieve cubría la mayor parte de los suelos exteriores, los elfos domésticos comenzaban a evitar la preparación de platillos fríos y la nevada obligaba a la mayoría de los alumnos -excepto, quizás, aquellos quienes estaban acostumbrados a las temperaturas bajas- a usar sus prendas más abrigadas. Los pasillos de Hogwarts eran un desfile de bufandas multicolor junto con algunos gorros a juego, haciendo que las vistas en el castillo durante diciembre fueran espléndidas.

Hyacinth amaba esa época del año.

Era la última cena antes de que la escuela les permitiera irse unos días a sus hogares para unas pequeñas vacaciones donde aprovecharía las fiestas con su familia. Tras pasar la mayoría del día con sus compañeros de casa en el patio de la torre del reloj jugando gobstones, decidió que era momento de pasar un tiempo con su otro grupo de amigos. No tardó mucho tiempo en ubicar el pequeño grupo sentado en la mesa del comedor que les correspondía a las serpientes y se dirigió allí. Normalmente los profesores preferían que cada alumno comiera en la mesa correspondiente de cada uno pero muchas veces lo dejaban pasar (siempre cuando no fuera todos los días), especialmente los días previos a las vacaciones o algún partido de quidditch importante.

— Corbenic. —desde la punta de la mesa con voz despectiva, la voz nasal de Maddison Bulstrode le llamó la atención. — Te encuentras un poco lejos de la mesa de las ratas. —aquel comentario solo logró sacar unas risitas del grupo de serpientes que estaba sentado junto a ella, las únicas tres amigas que tenía la serpiente.

A pesar de que Hyacinth normalmente no tenía mucho contacto con el grupo de la muchacha debido a que le llevaba dos años de diferencia, ésta siempre intentaba molestarla. Una de las razones podría ser porque no le agradaba que su hermana menor y su prometido fueran amigos de ella (a pesar de que la tejona pertenecía a una familia de linaje puro con buena reputación y que sus familias se conocían de la infancia), o simplemente porque era irritante de naturaleza.

— Disculpa a mi hermana, está en época de cambiar de piel y se pone muy arisca. —se metió Eloise, interrumpiendo a su hermana con un comentario que hacía que Hyacinth entendiera porque el sombrero la había seleccionado en aquella casa. La susodicha soltó un resoplido pero no comento más nada debido a que su hermana ya estaba cambiando de tema e ignorandola monumentalmente. — ¿Qué tienes planeado para estas vacaciones?

— Probablemente intente terminar el vestido que estoy armando para el cumpleaños de Theo. —respondió Hyacinth.

Theodore le regaló una sonrisa desde su asiento y ella le respondió de la misma forma.

— Tengo buenas expectativas, teniendo en cuenta el que confeccionaste para Arabella.

— Era una ocasión especial, me lo pidió para su cumpleaños.

La conversación continuó de una forma bastante trivial, variando desde los planes que tenian para el corto receso escolar hasta lo que habían hecho esa misma tarde. Todo era normal, e incluso acogedor, Hyacinth no se daba cuenta pero esos momentos eran unos de los mejores.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2022 ⏰

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