Dios, estás ahí?

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Me siento tan mal ahora, como una tonta. Pensando que podía compartir mi corazón con alguien que ni siquiera quiere mi compañía. Le entregué tanto, confiando. Perdí miedo alguno al dolor, vaya error el mío...Ahora desearía no haber confiado, detesto el haber pensado por un segundo que podía ser feliz, que merecía ser feliz.

A la mierda estas cosas del corazón, solo me rompen cada vez más, me hacen sentir especial solo para volverme a lanzar a la miseria a donde pertenezco.

Dios, si verdaderamente no estoy destinada a nada en este mundo, por favor... llévame contigo.

Dios, si aun me escuchas por favor llévate este dolor junto conmigo

Pensamientos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora