Cartas a Jossh [2] | completa |

Epílogo.

10 años después.

—Mami, al fin terminé de escribir mi libro de cuentos—mi pequeña hija se me acerca con las mejillas cubiertas de pintura y yo limpio mis manos antes de tomar el libro.

Mi hija heredó los mismos genes de su padre, ama escribir aunque aún no lo haga bien por su corta edad, sonrío al pasar página por página y ver como el cuento trata de animalitos.

—Cariño, esta hermoso tu cuento y me llena de orgullo que después de tantas lágrimas lo hayas terminado—limpio sus mejillas y quiero llorar al ver a su padre a través de sus ojos, otra cosa que heredó de él: sus ojos cafés oscuros.

Maldita sea, lo único que sacó de mí fue el color de su cabello, sonrío.

—Gracias mami, algún día quiero ser como papá, una gran escritora con un gran corazón.

Ay, mi niña.

—Así será, mi amor—beso su frente y luego le pido que se vaya a cambiar de ropa para comer.

Al rato veo que baja las escaleras corriendo y trae mi celular en sus manos.

—Mami... mi escritor favorito hoy sale en tele, lo vi en la pantalla de tu teléfono.

Bom, bom, bom, bom, abro la boca tratando de respirar y tengo que cogerme del mezón para no desmayarme...

Sigo en shock mientras ella pone el canal, en donde saldrá su escritor favorito.

***

Por más que trato de tragar la comida no pasa por mi garganta, le están preguntando lo básico a... Jossh... siento que voy a morir, siento que puede verme a través de esa pantalla y...

—¿Qué te inspiró a escribir "Cartas a Sally"?—le preguntó el moderador que tenía enfrente, él se rió negando y luego vio a la cámara.

—Mi propósito era no enamorarme de ella pero al final le escribí una saga, imagínate el resto.

Tonto, alzo una ceja.

—Vaya...—fue lo único que dijo el otro—bien, mi siguiente pregunta es: ¿Sally es real?.

Bom, bom, bom, bom.

—Por supuesto, por supuesto que sí, así como tu y yo, ella lo es...—por un momento su voz se quebró pero rápidamente recuperó la estabilidad.

—Se que esta pregunta es un poco personal pero ¿porqué dejaste a Sally?, ¿Qué fue lo que le hiciste?.

Madre mía, en este momento quisiera no haber puesto el control a la altura de mi hija, la taquicardia me va a matar.

Eva, esta feliz y por un momento me siento la peor madre del universo.

—Amarte nunca fue un error, Sally Evans.

Fallecí.

—Orgullosa de ti papá—susurra mi hija y en menos de un minuto me quisiera volver a morir.

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