Capitulo 1

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Editado 26/Dic/2015

—Ya Mel, apurate, se me va hacer tarde para la cita con el doctor

Mi amiga me mira con una cara completamente adormilada, tiene los ojos pequeños y su cara hinchada, de alguna manera me da mucha gracia verla así.
Termina de lavar sus dientes, coge su bolsa y salimos de la casa hacia el hospital, nos montamos en mi auto y arranco.

Hace unas semanas me comenzaron a venir ciertos dolores bastante extraños en mi cuerpo, algo anda mal exactamente en mi estómago, hice una cita con el doctor y me hizo estudios, y hoy tengo que ir a ver cual es realmente mi problema, puede ser una extraña enfermedad mortal o lo que más me temo que pueda ser, cáncer. El cáncer es un enemigo mortal en mi familia, había terminado con la vida de mi mamá de mi abuela y de mi bisabuela, es como una cadena que esta corriendo y ahora puede tocarme a mi padecerla, Dios quiera no sea eso.
Llegamos, me estaciono y bajamos del auto, puedo sentir unas inmensas ganas de llorar que me recorren, esa enfermedad puede ser de vida o muerte, y algo me hace a sentir que es de muerte. Caminamos hacia adentro y justo enfrente de las puertas me detengo en seco

—Abril, tranquila amiga, todo estara bien —dice Mel, la miro y bajo mi vista. —Anda
—menciona al final intentado darme ánimos

—Estoy muy nerviosa Mel, tengo miedo —le digo y me acerco a su cuerpo para sentir un abrazo de su parte

—Es logico, pero ya anda, tu cita es a las 9:30 y esa hora es —Miro mi reloj y exactamente lo es, tomo a Mel del brazo y la aferro a mi para que no se separe de mi ni un momento

—Buenos días señorita —digo acercándome a el escritorio de una enfermera, la muchacha peliroja de ojos verdes alza su vista y me mira

—Buenos días, ¿qué se le ofrece? —dice con una gran sonrisa

—Tengo cita con el doctor Jauregui

—¿Cuál es su nombre?

—Abril Rial —digo, trae una carpeta con varios nombres anotados en ella, y asiente. —ok, pase el doctor la espera —dice levantándose y abriéndome la puerta del consultorio

—Gracias —digo y entro acompañada de Mel

—Buenos días —el doctor es un hombre realmente guapo para su edad, alto, tez blanca, ojos azules y una gran sonrisa

—Buenos días doctor —digo y siento mi piel erizarse, el aire del hospital me da muchos nervios

—Bien, ¿cual es tu nombre?

—Abril Rial —digo y él abre uno de los cajones de su escritorio

—Aquí estan tus resultados
—Me extiende un folder amarillo, siento demasiado miedo de esto

—No, no, no ¿Podria leerlos usted por mi? por favor —digo casí en una súplica y el doctor ríe

—Claro que si —dice y retira varias hojas que hay dentro del folder, las observa durante varios segundos

—Ya doctor, diganos que pasa
—habla Mer tan desesperada como yo

—Bien, lamentable tienes cáncer —dice y pone los resultados frente a mi

No puedo evitar sentir unas inmensas ganas de llorar, coloco mis codos en mis piernas y pongo mi cara sobre mis manos, el cáncer arruinará mi vida completamente, terminó con la vida de mi mamá y ahora yo voy a morir también.
¿Por qué la vida es tan injusta y me da una enfermedad que no puedo sobrellevar? Esto es terrible.
Después de varios minutos alzo mi vista de nuevo y miro al doctor que me observa detalladamente

—Doctor, ¿las operaciones son muy caras? —pregunta Mel

—En realidad lo son

—¿Y se necesitan muchas?
—pregunto con mi voz entre cortada

—Exactamente no se, pero podria decir que unas 2 o 3 ya que se realizan dependiendo de como está reaccionando tu cuerpo

—Bien, muchas gracias doctor
—Miro a Mel y se levanta de la silla, caminamos hacia la puerta

—Cuidate mucho —dice el doctor captando nuestra atención antes de salir. —y espero verte pronto por acá porque siendo lo más sincero contigo y no porque te quiera asustar, si no te operas pronto, tu vida podría acabarse máximo en un año

Estoy segura que sus palabras no podré superarlas, pero ánimo Abril no podemos dejarnos morir por esto, lucharemos juntas.

Pago la consulta, salimos y vamos hacia el carro, Mel está muy seria y de cierta manera me preocupa, no quiero que ella sufra por mi, somos amigas como hermanas desde chicas y se que aunque no lo admita el hecho de que esté seria significa que está mal.

Nos subimos al auto y Mel toma el volante, no me siento lo suficientemente bien para manejar. El camino es callado, no tengo mente para platicar, no puedo creer que ésto me pase a mi, no es justo, y es que es espantoso que a mis 23 años ya esté sufriendo un cáncer de estómago, y sea muy difícil conseguir tal dinero, no tengo familia, solo vivo con Mer y tenemos nuestros forzosos trabajos, no gano muy bien y no se que voy hacer.
Llegamos y me bajo del auto sin emitir palabra, la mirada de Mel se entristece, algo que no me gusta para nada, ella está muy mal solo que no me lo menciona porque quiere ser fuerte para mi.
Entro a la habitación y me siento en mi cama, llorar me hace sentir una tonta incompetente por eso no lo hago pero siento unas inmensas ganas de desahogarme.
Cuando era niña siempre dije que a mi nunca me daría cáncer y si me daba acabaría con el de inmediato pero no cabe duda que cuando somos niños vemos las cosas tan fáciles desearía ser una niña de nuevo

Observo a Mel y su mirada se encuentra perdida, algo que no me agrada, voltea su vista a mi y le sonrío, acto que ella responde

—¿Qué vamos hacer?
—dice Mel y la miro mal

—Diras, que hare yo, tu no tienes nada en que meterte

—Claro que si amiga te dije que estabamos juntas en esto, así que conseguiremos dinero juntas para las operaciones ¿ok?

—Esta bien —susurro, mas que por orgullo, meter a Mel en este problema me hace sentir mal, no quiero que ella quiera andarse desviviendo por trabajar de más por mi

—Entonces ¿qué haremos para conseguir dinero?

—No se, la verdad estoy bloqueada en estos momentos
—respondo de la manera mas sincera

—Mmmm —Mel coloca su vista en la nada y de repente sonríe.
—Yase que haremos, pero no se si tu quieras —un brillo crece en los ojos de la peliroja y coloco mi atención en ella

—¿Qué es?

—Podemos entrar a trabajar de noche en el bar que está cerca de aquí, sería un trabajo tal vez malo pero muy fácil de conseguir

La idea de trabajar en un bar de hombres no me disgusta no por el hecho de estar con hombres, si no porque se que lo necesito y es muy facil de conseguir pero Mel es demasiado tímida y tranquila, no quiero que se sienta obligada a nada.

—Bueno Mel, esta bien
—respondo.

Hasta que el contrato nos separe [Cristiano Ronaldo] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora