REGNA (MarkHyuck/ Minsung)

Capítulo 20: Conflictos

Minho se encerró en la habitación de los príncipes herederos, no le importó decirle al príncipe Mark que se saliera, éste aceptó porque tenía que hablar con Renjun que al parecer se había lastimado.

En la habitación, Minho cruzó los brazos y observó a Chenle. Hyunjin hizo lo mismo.

—¿Qué pasó? ¿De dónde venían?

—En la ciudad de Neutro. —Chenle murmuró. —En la ciudad de Neutro hay un hostal que es más un burdel, encontré muchas personas de nuestro reino. La mujer que atendía el negocio me dijo que nuestras piedras ya no valen nada, también me ofreció a quedarme a trabajar allí porque los donceles de Agua somos los más sumisos y lindos. —Hizo una mueca de dolor.

—¿Qué hacías en ese lugar? —preguntó Hyunjin cruzando los brazos, si la mamá de Chenle se enteraba que él había visitado un lugar así, seguramente castigaría a Hyunjin.

—Eso no es lo importante. —Minho miró a Chenle. —Te hicieron sentir mal.

Chenle bajó la mirada, ¿Cómo decirlo en voz alta sin necesidad de que pensaran que era débil? Confiaba en Minho y en Hyunjin, pero le dolía, le dolía que solo fuera un doncel más en un negocio que lucraba con el cuerpo de cientos de personas.

Minho se acercó a Chenle y apretó su hombro. Chenle se puso a llorar.

—Encontré a Lia. —Hizo una mueca. —Los donceles y las niñas jugábamos en las cuevas submarinas cuando recogíamos flores. Era mi amiga, ella dijo que ese era su hogar, pero en su mirada había miedo. —Hizo una cara fea porque quería llorar desconsoladamente, estaba harto de fingir que no sentía nada. —No quiero que ella piense que ese es su hogar, no quiero que piense que es la única opción de vida que tiene.

Hyunjin suspiró, no, él no lo entendía porque había sido un alfa con suerte, en Agua no había muchos alfas, los donceles no podían hacerse cargo de muchas cosas que involucraran fuerza, eran dedicados al hogar.

—¿Pero tiene algo de malo? Ella dice que está bien. —Hyunjin susurró. —Sí ella es feliz, ¿por qué te preocupas tanto?

—¡No es feliz! —Chenle gritó. —¿Cómo sería feliz si vende su cuerpo? —Miró a Minho. —No existiría este tipo de explotación si no hubiera compradores, pero aquí vienen personas de todos reinos, dispuestos a pagar monedas de oro o piedras preciosas para tener bellezas de otras regiones. —Chenle se sentía frustrado. —Eran niñas, príncipe Minho, les ofrecieron dinero y aquí lo han conseguido.

Minho también estaba frustrado por qué no sabía qué decir o qué hacer. Cuando él era un adolescente presumido hubo varios casos de migración, los niños se estaban yendo porque sus padres no existían y sus madres habían fallecido en las minas o por los minerales tóxicos que existían en éstas.

—¿Y qué podemos hacer? —Preguntó el príncipe. Quería soluciones.

—No sé. —Chenle dudó. —Pero es tiempo de admitir que el reino Agua está en crisis, tenemos una migración elevada, muerte y enfermedades que no podemos corregir, la clase alta es demasiado beneficiada, tenemos crisis económica, nuestras joyas no valen lo mismo que hace años...

—Chenle, silencio. —Hyunjin le regañó, ellos no hablaban de ese tema frente a Minho. —El reino de Agua sobrevivirá.

—Agua está a punto de desaparecer. —Minho cayó sentado sobre su cama sin despegar la vista del suelo. —Mi padre doncel no tiene cura, yo no seré un buen rey y la crisis explotará en mi cara, no hay nada que hacer. Los ancianos me declararán incompetente y probablemente se queden con mis tierras si es que no me eliminan. —Soltó un suspiro.