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-¿Qué tu hiciste qué?- consultó la rubia, dejando caer parte de su arroz en su lonchera. A la hora de almuerzo, Senritsu solía almorzar con sus mejores amigos Tanjiro y Nezuko. Cada quien tenía al frente su alimento.

-Le regalé bento al profesor Rengoku- terminó Tanjiro, comiendo su hamburguesa con mucho gusto.

-¿Por qué?- consultó reticente Senritsu.

-El otro día me dijo que su hermano menor le preparaba almuerzo de vez en cuando... pero nadie puede vivir de la pizza, Sen. Yo preparo bento para todos mis hermanos, no me molesta para nada hacer uno más al día- sonrió brillante-además, Nezuko me ayuda, trabajamos rápido-

Senritsu observaba sin creer el nivel de inocencia de los hermanos Kamado. Ninguno de ellos entendía que el ofrecer algo como un almuerzo diario es un compromiso extraño.

-Tanjiro, entiendo que no significa más trabajo para ti- empezó a tratar de explicarse-pero cumplir con algo así es un comportamiento... esperable... de una pareja-

-¡Que romántica eres!- comentó feliz Tanjiro, acercando los palillos para robar un poco de pescado asado de su amiga. ¡Estaba delicioso!-simplemente le ofrecí eso a Rengoku-sensei y a él le pareció bien-

-Es que no es normal hacer algo de eso-

-También te he preparado bento-

-Pero yo soy tu amiga, Tanjiro- contestó concisa-¡Rengoku-sensei ni siquiera es tu profesor! No tiene sentido que le hagas bento-

-No sabía que te hería que mi hermano no te preparara el almuerzo, Seni- interrumpió Nezuko, tapándose los labios sorprendida-¿tendríamos que hacerte también bentos para ti?-

-Nezuko-chan... no son celos- volvió Senritsu. Tomó aire para volver a retomar, probablemente no se había expresado bien-la acción de cocinar para otros puede ser muy íntimo, ya que le demuestras preocupación, afecto y cuidado-

Ambos hermanos asintieron, mostrando su acuerdo.

-Por eso las esposas preparan delicias para sus familias y las novias, para sus novios- siguió la rubia, buscando la oportunidad para dejar su punto en claro-pero no es común que alguien "regale" bento porque si, ¿entienden?-

-Yo te compartiría mi almuerzo si tuvieses hambre, Sen- le respondió Tanjiro con sus ojos brillantes y resolutivo. Senritsu amaba y odiaba su determinación. Su mejor amigo pelirrojo tenía tan buen corazón que le daba miedo dejarlo solo-y pienso que Seni también lo haría por alguien que lo necesitara-

-Gracias por eso Tanjiro- sonrió derrotada la rubia, sería imposible que dejara de preparar almuerzo para el profesor. Lo único que esperaba era que no ocurriesen malinterpretaciones de las altruistas motivaciones de su buen amigo.

Su momento de agradable se vio interrumpida abruptamente por la llegada del cuarto elemento del equipo: Hashibira Inosuke.

-Los Kamaboko- señalo a los hermanos, quienes lo saludaron amigables-Monitsu-la rubia agitó la mano por la paz. Desde el comienzo de la universidad había corregido diariamente a Inosuke para que dijera bien su nombre. Ya había pasado tiempo y se rindió. "Monitsu", "Senkizu", "Sentaro"... incluso "Margarita"... ¡ni siquiera parecido, por Dios!-¡Rindan pleitesía a su líder, esbirros!-

-¡Buenas tardes Inosuke! ¿cómo estuvieron tus clases?- consultó afable Tanjiro.

-Todos son unos debiluchos-contestó harto y aburrido-¡no se para que van si no van a entrenar con todo! La señorita Mano tuvo que rotarme de equipos cada tramo, porque los demás se quejaron de que "Inosuke, no puedo más", ¡claro que podían, si tienen dos pulmones!-

Dios de la festividad vs Diosa de la calamidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora