Un juego de cartas [Aegan Cash Y Tú]

Capítulo 14

Aegan:

—¿Terminaste con ella?

Ruedo los ojos y veo mal a Adrik.

—Tu no lo hiciste con Jude ¿o si?

El se queda callado algunos segundos y luego solo suspira.

—Es diferente— dice antes de seguir leyendo su libro.

—¿En que es diferente? ¡Son hermanas!

Adrik ya no habla, así que creo que ahí acaba la conversación.

A Aleix lo perdí de vista desde que empezó a llegar tanta gente, así que ahora no tenía una idea clara de dónde podría llegar a estar.

Así que, bajo al sótano, donde la basura de Andrew espera.

Entro y los dos guarda espaldas solo asienten cuando digo que salgan.

—¿Ibas a acostarte con ella?— digo, aún sin creerlo.

El se levanta de hombros en la silla en la que está atado, —Ella quería, yo también ¿por qué no lo haría?

Y gracias a eso, le doy un puñetazo en la cara, haciendo que mis anillos golpeen también su piel y que gracias a la sangre que salió de su nariz, ahora estén manchados.

—Genial, ahora marchaste mis anillos ¿no puedes si quiera dejar que te golpeen, bien?

El ríe divertido, —Puedo follar bien a Betty, ¿qué más quieres?

Vuelvo a golpear su cara, haciendo que de la esquina de su boca empieze a salir un hilo fino de sangre.

—No puedo decir que lo hago mejor que tú, ya que no soy tan hijo de puta, pero...cuando llegue su momento, ten por seguro que te lo informaré de primero.

El me ve unos segundos, en los que intenta soltarse de la silla, pero al no poder, solo suspira.

—Vamos, solo suéltame, dejemos esto en el pasado y ya— dice, mientras sigue intentando soltarse.

Hago como que me lo pienso unos segundos y luego sonrió, —Na, no hay necesidad de soltarte.

Tomo una fila de anillos y me los pongo, le sonrió y luego golpeó nuevamente su cara, haciendo que escupa sangre.

—Es muy poco para lo que te mereces, pero...luego te daré más.

Me los quito, y los dejo al frente de el.

—Ahora iré con Eli, a cuidarla, cosa que tu nunca pudiste hacer bien. Así que, adiós.

Y con eso, tapo su boca con cinta y slago de la habitación. Veo a los dos chicos y les digo que entren, ellos asienten y entran a la habitación.

Subo las escaleras y sigo hasta la habitación donde dejé a Eli, al llegar, la veo aún despierta, mirando hacia el techo.

—¿No te has dormido?

Ella se sobresalta al escuchar mi voz, pero luego al ver que soy yo, se relaja y vuelve a acostarse.

—Los efectos del alcohol o lo que sea que me dio Andrew ya están pasando, así que ahora que tengo mis cinco sentidos más presentes, empiezo a sobre pensar todo.

Me acerco a ella y me recuesto a su lado, coloco su cabeza en mi pecho y suspiro.

—Deja de sobre pensar cosas sin sentido, no te pasará nada mientras estés conmigo.

Veo que sonríe y yo también lo hago inconscientemente.

—Sobre pensar todo es una de mis maldiciones.

Veo como toma mis anillos y como se queda viendo el color carmesí que yace en ellos.

—¿Qué hiciste?

Suspiro, —Si te lo diría ahora...me odiarías.

Ella sonríe, —Mejor dímelo ahora que no estoy muy consiente de todo.

Río divertido, —Golpeé a Andrew.

Ella se queda en silencio algunos segundos hasta que ríe, —Se lo merecía.

Segundos después, siento como su respiración se empieza a alentizar y cuando bajo mi mirada a ella, la veo dormida.

Sonrió y me apartó, dejándola cómodamente en la cama.