Capitulo 1.-La llamada

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En una habitación sombría y desordenada, Mauricio se encontraba pasando el tiempo mirando la televisión y fumando un cigarrillo. Una colilla cayó accidentalmente en su mueble, y al intentar limpiarla, se topó con su celular, que había estado ignorando debido a las llamadas de los acreedores. Sin trabajo y agobiado por las deudas, Mauricio fue sorprendido por una llamada inesperada, era Jorge su mejor amigo.

-Hola Jorge, amigo ¿cómo estás?... mientras colocaba su celular cerca de su oído.

Del otro lado del auricular se escuchaba una voz disgustada.

-Mauricio, idiota porque no contestas mis mensajes he tenido que llamarte.

-Tengo mi celular en silencio... Lo siento.

- Tú sabes mi situación...

-!ya se! !ya se! ¡Tienes muchas deudas!.Bueno te he conseguido un empleo, ganarás muy bien, no requiere mucha experiencia y además podrás pagar todas tus deudas.

-de verdad... Mauricio dudo un poco

-sí, te acuerdas de Julio

-¡quien patas chuecas! respondió Mauricio rápidamente

-¡si! contesto Jorge con una risilla recordando lo gracioso que sonaba aquel apodo.

-y que tendría que hacer...

-pues Julio, necesita un chófer te pagara muy bien.

-¡chófer! ¡De quien! ¡Él!. No me digas que patas chuecas se ganó la lotería.

- ¿quieres trabajar sí o no? pregunto Jorge...solo anota esta dirección.

Mauricio camino sobre varios papeles tirados en el suelo la mayoría eran facturas impagas, que daban forma a una carrera de obstáculos. Agarró una de las hojas del suelo, avanzo hasta la mesa en busca de un bolígrafo y empezó anotar.

Encima de la mesa tenía varias cajas de pizza vacías. Al acercarse detenidamente podías notar como estaban llenas de gusanos y en otras salían cucarachas. Mauricio no le dio importancia.

-Mañana en la noche te llamo, para saber ¿Cómo te fue? no llegues tarde. Tienes que estar a las ocho de la mañana...

-ok amigo, contesto Mauricio cerrando la llamada.

A pesar de sus dudas iniciales, Mauricio se presentó en el lugar indicado por Jorge a primera hora de la mañana. El reloj en la muñeca de Mauricio marcaba 8 a.m. En aquella avenida muy poco transitada se encontraba un local cerrado, una farmacia y en medio de ambas se veían unos números que decían 625 y sobre este un anuncio luminoso que llevaba el nombre de "Funeraria Rodríguez".

Dentro aquel lugar y junto a una gran puerta de cristal, estaba sentado un anciano  con un aire misterioso, sostenía un bastón de madera. Parecía inmóvil con los ojos entreabiertos por la edad aparentaba tener unos 65 años, vestía una camisa celeste a cuadros y pantalón negro.

Mauricio lo miro y trato de hacerle señas para que lo dejase entrar, pero fue interrumpido rápidamente por el sonido de -tic- que realizan las puertas con cerradura eléctricas, mirando hacia al fondo vio a un hombre de traje azul quien le hacía señas para que entrase, aunque había pasado mucho tiempo reconoció rápidamente a Julio.

Mauricio camino hacia el escritorio donde estaba Julio sin prestar más atención a aquel anciano. 

-¡Hola buenos días! Soy Mauricio, estirando su mano.

-¡Lo sé! contesto el hombre soy Julio estrechando la mano e indicándole que se siente.
Nos conocimos en el cumpleaños de Jorge. Ya han pasado 8 años de aquella fiesta.

Mientras se sentaba, la mente Mauricio divagó. 

-Patas chuecas, una pequeña sonrisa se vio en su rostro y trato de disimularlo agachando la cabeza.

-Jorge, si te explico el trabajo que vas a realizar para mí...

-si...Chófer contesto Mauricio rápidamente

-¿Cómo te has dado cuenta esto es una funeraria? continuo Julio, el trabajo que tienes que hacer es de chófer. Pero chófer de que te preguntaras: ¡pues de nuestros clientes!

¿Tendrás que recoger los cadáveres y llevarlos a la morgue de la funeraria? la paga será muy buena de eso no te preocupes. Antes yo realizaba ese trabajo con mi ex jefe. Él era quien manejaba aquella carroza y yo me encargaba de los arreglos funerarios. No te voy a engañar en este trabajo veras y oirás de todo empezando desde ahora.

Mauricio estaba desconcertado..

Notaste al hombre junto a la puerta... el tono de voz de Julio sonaba más baja, como un murmullo, evitando que alguien lo escuchara. Ese hombre junto a la puerta es mi ex jefe.

-No lo mires, le exclamo Julio al ver que Mauricio trataba de girar y mirar hacia la puerta...

El semblante de Mauricio cambio y pensando que se trataba de alguna broma de Jorge ..

-  ¿Y que hace aquí este viejo? ¿No querías un chófer? mira estoy necesitando un trabajo y no estoy para bromas.

-¡No entiendes amigo!.. Mirando a Mauricio con cara seria. Mi jefe murió hace un par de meses...

Mauricio aun incrédulo  giró para ver al anciano que supuestamente estaba muerto. Lo que vio aterrorizó su corazón quedando estupefacto. Efectivamente ahí estaba el viejo, no había notado nada porque el anciano estaba sentado de lado, pero ahora los veía directamente a ambos.

Esta sería una escena que Mauricio no olvidaría. La mitad del cuerpo del anciano parecía normal sin embargo la otra mitad no. Podías ver los pedazos del cristal encajados en su rostro, sus ojos eran negros y en su cráneo tenía un hoyo del cual chorreaba sangre. Al acercarse más podrías ver sus sesos aun moverse. El señor Antonio murió envestido por un auto fue un choque frontal en su lado izquierdo la fuerza de aquel auto hizo que su cuerpo flotara hacia una esquina y se incrustara su cabeza contra un viejo hidrante.

El viejo abrió su boca y de ella empezó emanar sangre.

-un gran grito siniestro se oyó -! ahhhhh! para después desaparecer...

Mauricio estaba atónito ya no había nadie solo una silla vacía.

El empleoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora