Algo... ¿Rápido? Jinnam {𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜}

𝐶𝑎𝑝 𝑐𝑢𝑎𝑟𝑒𝑛𝘵𝘢 𝑦 𝑢𝑛𝑜

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—A-alfa— el gamma comenzaba a sentir punzadas y calambres en su vientre, sus mejillas ya se hacían teñidas de un todo coral y sus ojos reflejaban pequeños destellos azules haciendo presencia de su lobo.

—Namu— respondió el mayor ante el llamado. Las feromonas del menor se intensificaban al pasar los segundos, el aroma a chocolate amargo junto al olor de libros se hacían más fuerte.

Seokjin intentando no dejarse guiar por sus instintos, llevo al gamma hacia la habitación así se recostara. No fue una tarea fácil, el menor por cada paso que daba, una punzada en su vientre bajo aparecía abrazándose a sí mismo en un intento de calmar aquel dolor, tuvo que ir a pasos lentos y hosiqueando de vez en cuando el aroma del mayor para tranquilizarse. Aún no estaba en la etapa de apareamiento. Estaba en la etapa 1 -O como la llamaba Namjoon, "Quiero mimos o te vas de mi nido"-.

Una vez en la habitación Namjoon con algo de desesperación se deshizo de sus pantalones y remera quedando solo en boxers mientras se tiraba en la cama comenzando a mover las cobijas y sábanas, desprendía feromonas para que se quedarán en ellas. El alfa miraba a su novio haciendo su nido con una sonrisa, desde que lo conoció, una de sus cosas favoritas era verlo hacer sus nidos, le resultaba extremadamente tierno, ver cómo fruncía sus labios porque no le quedo como deseaba, verlo desparramar todo y comenzar de nuevo, verlo dar vueltas en círculo acomodando perfectamente cada cosa, todo era lindo.

Acepción de una parte.

Cuando llegaba la hora de poner sus ropas. Literalmente el moreno se adueñaba de todas sus ropas. Remeras, oh no, claro que no, ya no eran suyas, un pantalón, quítate, una sudadera, suéltala. Debía ser rápido y sacar mínimo cinco cambios de ropa antes de que el menor se diera cuenta. Con sigilo, como si fuera un ladrón apunto se robar la mona lisa, se acercó hasta el armario abriendo este en silencio y tomando lo primero que encontró para luego tirarlo en dirección al baño.

—¿Que fue ese ruido?— pregunto Namjoon mirando a sus lados en busca de una respuesta.

—Nada hermoso, se me cayó una campera— contesto el alfa con inocencia mientras sonreía. El menor lo miro un poco dudando pero luego encogió sus hombres sin darle interés. Se levantó de la cama y se dirigió al armario, quitándole de paso la campera que tenía en manos el mayor y llevándose nuevamente a su nido un montón de prendas de ropa para acomodarlas.

Jin solo suspiro se sentó en el piso con piernas cruzadas a esperar que el de piel canela termine su nido y lo dejase entrar. Presentía que su celo quizá en unos dos días y que sería fuerte, muy fuerte.

⟨🕰️⟩

Okey, esto no fue lo que esperaba. Namjoon dormía plácidamente sobre su cuerpo, tenía las piernas al costado de sus piernas y el torso recostado en su abdomen y pecho. No era una posición cómoda para dormir pero cuando lo intento mover, recibió un gruñido como respuesta y no quería lidiar con un gamma enfadado así que lo dejo.

Todo ese tiempo, la pasó tocando los cabellos del menor, admirando su rostro, paseando sus manos por el cuerpo de este proporcionándole caricias que lo hacían ronronear.

Namjoon entre sueños restregaba su mejilla en el lado izquierdo de su pecho. Algo que no entendía era el por qué su corazón seguía latiendo a tan velocidad, ya había pasado la etapa de adolescente hormonal y tímido, pero no, su corazón cada momento que veía a Namjoon, latía, latía con tal fuerza que una vez el menor le pregunto si le ocurría algo. Irónico, ¿No?

El rostro del gamma morenito y plantó pequeños besos en él, le gustaba los gruñiditos que hacía este cuando era interrumpido en el mundo de los sueños. Estaba embobado en su rostro, o sea, ¿Quien no lo estaría? Si ese chico era hermosamente tierno y bonito, el pequeño sonrojo en sus mejillas, las pestañas algo largas, labios gorditos y suaves como un marshmallow, sus hoyuelos, su nariz de botón, sus cabellos rebeldes. Era etéreo.

Tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que Nam ya estaba despierto con sus ojitos húmedos.

—Alfa...— susurro en un tono bajo. Seokjin salió de su mundo y dirigió su mirada a los ojitos del gamma.

—¿Te desperté amor?— pregunto igual en un susurro mientras acariciaba las mejillas del contrario recibiendo un ronroneó.

—Me duele...— contesto y se escondió en el cuello del alfa aspirando su aroma en un intento de calmar aquel horrible dolor. Era como si torcieran sus entrañas, también, su pequeña entrada estaba generando lubricante y no era muy cómodo que digamos. Odiaba su celo.

—Te traeré una compresa caliente— aviso el mayor con la intención de levantarse pero el cuerpo encima suyo no lo dejaba salir —Bebe...— llamo.

—No quiero quedarme solo...— Namjoon seguía escondiendo su rostro en el cuello del alfa por lo tanto su voz salía algo amortiguada.

Seok suspiro en silencio, y con algo de dificultad se sentó en la cama con el gamma en su regazo, sostuvo los muslos morenos y con cuidado se levantó. Por instinto Namjoon enredo sus piernas a la cadera del más alto y sus brazos a su cuello. Seokjin comenzó a caminar hacia la cocina, agradeciendo haber dejado la puerta abierta, una vez ya en el lugar antes dicho, coloco una de sus manos en la espalda baja del menor, sabía que si lo soltaba igual el gamma se quedaría como un koala enganchado a su cuerpo pero por seguridad no lo haría.

Abría y cerraba los cajones del mueble buscando aquella compresa hasta que la encontró para luego colocarla en el microondas y esperar. Aprovecho y apoyo a Nam en la mesada de la cocina haciendo que se sentara ahí. Con algo de protesta el menor lo soltó haciendo un puchero el cual fue besado rápidamente. El alfa por otra parte se dirigió hacia la nevera y sacar un yogurt en vasito, abrió el cajón de los cubiertos y saco una cuchara y nuevamente se dirigió al moreno sacando la tapa del yogurt.

—A ver Nammie, abre la boquita— Namjoon con un sonrojo más intenso abrió separo sus labios sintiendo el frio del metal junto al sabor de la vainilla. Disgusto del yogurt antes de tragarlo.

—No soy un bebe para que me trates como uno— dijo el gamma con un pequeño enojo mientras fruncía el ceño. Él no era un bebe, él ya estaba grande aunque le gustaba que su novio le diera de comer en la boca, o le cantara antes de dormir, o que lo cargara o bañara (Cosas que no aceptaría en voz alta) pero no era un bebe.

La destacada risa de Seokjin se hizo presente. Vamos, él sabía perfectamente que a su pequeño Namu le gustaba ser tratado con un bebe, al igual que Namjoon. Negó despacio y siguió dándole de comer al menor hasta que el botecito se acabase.

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Gente, hoy comienzo la escuela /Llora

Comienzo en una hora y media. Y me quiero morir, por dos cosas:

1) Odio la escuela. 

2) No tengo nada yei.