Algo... ¿Rápido? Jinnam {𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜}

𝐶𝑎𝑝 𝑡𝑟𝑒𝑖𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑜𝑐ℎ𝑜

『🍫』 ⸙ஓீʚ ˗ˏˋ📷ˎˊ˗ ɞஓீ ⸙『☕

Luces de colores, música movida sonando fuertemente, personas bailando entre sí o en pareja con alguien desconocido, el olor a alcohol, cigarros y sudor disperso en el aire. Uno que otro joven siendo sacado por sus amigos casi inconscientes. Lo normal de las fiestas ¿No?

Tanto que la última parte de lo narrado, estaba pasando justo ahora. Dónde el protagonista era un lindo moreno de hoyuelos.

—Mierda Namjoon, te dije que no bebieras tanto— se quejó el pálido siento el acompañante del gamma.

—Pero Yoonie... Si hip no bebí nadaaa— respondió Namjoon riendo mientras tiraba su cabeza para atrás y se distraía con cualquier cosa.

—Seokjin y Jimin nos matarán— advirtió YoonGi con una mueca. Pues los alfas no habían ido a aquella fiesta, dejaron que el beta y el gamma se divirtieran o como ellos lo llamaban, tuvieran una noche de amigos/pasivos.

Pero no contaban que las cosas se saldrían un poco de control. Mientras ellos dormían plácidamente, YoonGi medio ebrio luchaba por sacar a su amigo de aquel salón casa.

—¿J-jin? ¿Está a-aquí?— pregunto con emoción el moreno prestando más atención a su amigo.

—No, el est- no puedo terminar la frase ya que el menor había comenzado a caminar más rápido sin esperarlo. YoonGi a paso rápido intentaba alcanzarlo, chocando con las personas hasta que lo empujaron.

Se quejó al caer contra el piso sintiendo el dolor en su trasero. Oh su preciado trasero. Luego de gruñir bajito se dignó en levantarse y comenzando a buscar con la mirada a Namjoon.

—Mierda, santa mierda— miraba a su alrededor y dando pequeños saltos para intentar encontrar la silueta de Namjoon. Cosa que no pudo, sabía que el gamma era ágil para moverse entre las personas y lo paso probable era que esté en el otro lado de la casa. Saco su celular para llamarlo pero al instante se dio cuenta que tenía dos celulares. Otra maldición.

Su cabeza estaba doliendo por la desesperación, añadiendo los mareos por haber tomado.

Una idea vino a su mente, quizá no la mejor pero en esos momentos lo era. Quizá se lamentaría de eso más tarde.

Agarro su celular y apretó la aplicación de contactos, su vista era algo borrosa por lo que la tarea era más difícil. Una vez leyó el nombre indicado y rezando porque fuera el correcto, lo deslizó hasta que se vio la imagen de que estaba llamando. Mientras sonaba caminaba hasta afuera para poder hablar.

— ¿Hola? — la voz ronca que sonó atreves de línea lo emocionó.

—Jin, soy YoonGi— informo algo rápido —Namjoo- y otra vez le contaron la frase ¿Qué tenían con no dejarlo terminar de hablar?

— ¿Namjoon? ¿Qué paso, le sucedió algo, se siente mal? — Seokjin hablaba apresurado y ahora se oía más despierto.

—No... No lo sé— respondió el pálido con inseguridad. Trago seco —Lo estaba sacando para irnos pero en un momento lo perdí de vista, y... Y no lo encuentro. Está bastante borracho y tengo miedo— admitió, sentía sus ojos llorosos. Si algo le pasaba al menor, no se lo perdonaría. Él fue quien lo convenció de ir a la fiesta, y de beber. El silencio invadió la línea. —¿Jin?—

— Llego en diez minutos. Llama a Jimin y sigue buscando a Namjoon — hizo una pausa — Por favor...—

Antes de que pudiera contestar la llamada se cortó. Ahora tocaba llamar a su pareja.

—Que no me regañé— dijo para sí mismo escuchando los pitidos de la llamada —¡Jimin!—

— ¿Yoonie? ¿Bebé que no estabas en una fiesta? — la voz gruesa del alfa lo hizo temblar un poco.