Capítulo 4: Beth Greene
Sentía el viento frotar por mis mejillas, mis manos jugando con el suabe césped mientras me relajaba estando recostado en medio de la nada. Con velocidad abrí mis ojos observando el cielo celeste, tan celeste que eso me hacía recordar la profunda mirada de Beth. Estaba tranquilo, todo estaba en silencio y eso era bueno.
Rápidamente me senté sobre el césped para así ver el lugar, me era extraño no ver a ningún caminante. Pero entonces me di cuenta de algo bastante peculiar.
-Donde diablos estoy—Me dije a mi mismo para así levantarme mientras ponía mi ballesta en mi brazo—Rick, Maggie, Michonne—Grite con fuerza mientas caminaba por el lugar. Observé hacia el fondo viendo una casa, parecía una granja, entrecerré mis ojos y camine con lentitud hacia ella—¿Donde están?—Grité lo más fuerte que pude pero lo único que escuchaba era el eco retumbar mis oídos. Relamí mis labios para así seguir caminando para luego sentir una pisada tras de mi. Eso hizo que volteara con velocidad mientras levantaba la ballesta.—
-Diablos, yo solo quería un abrazo. Darylina—Alzó sus brazos mientras reía—
-¿Merle?—Murmuré confuso para así bajar la ballesta—
-Ven a darle un abrazo a tu querido Hermano—Y así fue, solo solté la ballesta dejándola caer para así abrazarlo rápidamente—
-Que es todo esto... Donde estoy, porque estas aquí.
-Esto es tu imaginación, tu querías que yo estuviera aquí.—Alzó la voz mientras observaba el lugar, yo solamente lo observe aun más confuso—
-Tienes tu mano...
-Claro, esto es el paraíso, ni te imaginas las cosas que he echo con ella—Con velocidad nos echamos a reír ambos—
-¿Estoy Muerto?—Merle solo soltó una gran carcajada mientras pasaba su mano por su estomago—
-Estas soñando... Todo lo que extrañas esta aquí contigo justo ahora—Eso me saco una leve sonrisa para así asentir— Voltea—Sin pensarlo dos veces eso fue lo que hice, voltee para mirar una vez más la casa que me era bastante familiar. Claro... La granja—
-¿Beth?—Sonreí para así caminar hacia la puerta que se abría, viendo como la rubia salía de esta con un hermoso vestido blanco y su cabello suelto y ondulado. Solo corrió hacia mi sin quitar una gran sonrisa de su rostro, sin pensarlo dos veces, hice igual que ella. Corrí para así abrazarla y levantar aquella por los aires, di un pequeño giro para así mirar a Merle pero este ya no estaba—
-Hola Daryl—Acarició mi mejilla con ternura mientras quitaba mechones de cabello de mis ojos.— Esta largo
-Bueno si—Reí un poco bajando la mirada algo avergonzado—
-Me gustaría cortarlo—Levanté mi mirada para así poder mirarla y apretar mis labios—
-Si bueno a mi igual—Resoplé divertido para así tomar su mano, esta jaló de aquella haciéndome caminar recostándose en el césped. Yo hice igual, volteando mi mirada mientras le sonreía— Te extraño
-Yo no...—Rápidamente fruncí el ceño— Claro que no, estoy contigo todo el día, cada segundo, minuto. Yo me convertí en tu persona
-De que hablas—Susurré sintiendo un nudo en mi garganta—
-Lo que escuchas—Como una pequeña niña juguetona, se subió sobre mi para así reír tomando mis hombros.—
-Esto no es real—Dije rápidamente —
