Porque te quiero

Capítulo 4

Al bajar del taxi, nos encontramos con un edificio al estilo victoriano de siete pisos, de los cuales se extiende un pequeño pero bonito balcón, además tiene una puerta de madera verde tallada a mano; siento como si me hubiera transportado a un museo.

- ¿Entramos? - pregunta Lucas, después de que me quedase admirando la fachada del edificio.

- Si claro - le digo lo más rápido que puedo, mientras disimulo mi asombro.

Son tres angustiosos y silenciosos pisos, escalón tras escalón recuerdo lo cerca que estuve de él y no puedo dejar de removerme por dentro.

- En que piso vives - le digo para llenar el silencio.

- En el 503, no falta mucho - me responde serio y distante. Ignoro su tono de voz y continúo subiendo escalones.

- Ya estamos aquí - dice al estar enfrente de una puerta blanca con el número 503 en metal dorado, pegada en la pared. Asiento con la cabeza y él saca la llave para abrir la puerta.

Al entrar es como si fuera un portal en el tiempo que pasa de lo medieval a lo futurista, el apartamento es enorme, con un estilo moderno/ retro; lo primero que se ve es la sala de estar con un sofá de cuero negro en L , en el centro una mesa de café de vidrio, en frente un televisor último modelo de 52 pulgadas, a la derecha está la cocina, la cual tiene una barra de desayuno con taburetes de cuero en frente, al fondo hay un pasillo que supongo que conduce a las habitaciones; a la izquierda de la sala de estar, hay un pequeño salón con una mesa de billar y 3 guitarras colgadas en la pared; el pequeño salón dirige a una puerta de vidrio que da a un hermoso balcón con almohadas y en el centro una fogata; y lo mejor es que puedo vivir aquí.

Lucas me invita a pasar, o bueno por lo menos lo intenta, creo que si entra otra persona, el edificio va a explotar.

Nos dirigimos hacia el balcón, en donde hay unas cuantas personas conversando y bebiendo lo que probablemente sea cerveza.

- Chicos, ella es Sam, hoy ha llegado a Madrid. - le dice Lucas a las personas que conversaban al rededor del fuego.

- Hola, ¿Qué tal? , es un placer conoceros - les expreso, con mi indiscutible y característica vergüenza al socializar con gente nueva.

- Sam, ella es Camila - me dice señalando a una chica morena, que luce un estilo hipie - Hola, ¿Cómo estas? - responde amablemente la chica ante la presentación que Lucas le ha dado, le respondo brevemente con una sonrisa.

Lucas continua presentando a sus amigos y dice - Y este es Pablo y Jorge, él es uno de los que vive aquí - me dice señalando a Jorge, son dos chicos muy parecidos que visten jeans clásicos y camisetas de tonos azules, lo único en que se pueden diferenciar, es que Jorge es rubio y Pablo es moreno. Les saludo con la misma sonrisa que le he ofrecido a Camila.

- Siéntate si quieres, allí hay una almohada libre - dice Pablo de una manera amable y cariñosa me hace sentir casi como si fuese mi hermano; así que lo hago, pero antes de que Lucas lo haga igual, Jorge le susurra algo al oído, él le responde asintiendo con la cabeza y se pone en marcha hacia otro lugar del apartamento.

¿Por qué se va?, me pregunta mi interior, espero que no sea por algo que haya hecho; tengo el impulso de seguirle pero me reprimo a mí misma, intentando no parecer obsesionada con estar cerca de él; pero como no estarlo si he estado a punto de besarle aun siendo un extraño.

- Y ¿Por qué te has mudado a Madrid? - dice Camila, borrando de mi cabeza los pensamientos que con tanto aprecio encapsulaba en mi cabeza.

- Quiero estudiar interpretación y aquí hay una excelente academia - me reprendo a mí misma, no soy una partidaria de las mentiras; bueno en realidad no fue una mentira, solo no le he contado toda la verdad, se disculpa mi interior. Excelente, ahora discuto conmigo por tonterías; solo es un paso más para morir socialmente; me digo para mis adentros.