CAPÍTULO 13

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Me quedo perpleja, paralizada por lo que acabo de escuchar. ¿No tiene padres?¿Qué ha pasado? Me pregunto en mi interior.

- ¿No tienes? - Pregunto algo asombrada

- No - Responde desanimda y triste a la vez

- Lo siento - Dice Luis acercándose para tocarla el hombro, tener contácto para saber que estamos con ella.

- No lo hagas, no lo mencioneis porfavor - Responde con un rostro diferente, duro y severo. Segura de si misma.

- ¿Qué pasa?, ¿estás bien? - Le pregunta Luis algo preocupado. Ainara no parece haberle escuchado, de pronto empieza a correr y a tirar todo lo que está a su paso, hasta que llegá al salón y se sienta en el sofá más cercano

- Ainara, ¿estás bien? - Le pregunto temblorosa

- No, no estoy bien

- ¿Qué les pasó? - Pregunta Luis sentándose a su lado

- Me engañaron y abandonaron - Dice con voz fría, sin sentirlo

- ¿Tus padres te abandonaron? - Pregunto ahora yo con tono alarmante - ¿Porqué?

- Ellos me querian, pero querían aún más su dinero, no había cosa más importante para ellos. Mi padre, era más flexible, pero no había persona más codiciosa que mi madre.

- ¿Cómo qué...? - Intenta preguntar Luis, cuando ella continúa:

- Estoy sola gracias a ellos - Le interrumpe Ainara

Me levanto rápidamente al ver que está a punto de ponerse a llorar. Creo que a Luis se le han quitado las ganas de preguntarle lo que quería, sabe que no es el momento adecuado.
El salón de nuestra casa, está hecho un desastre; la mesa tirada en el suelo patas arriba, todos los archivos de mis padres esparcidos por el suelo, libros tirados...
De pronto, veo una foto de Luis y yo cuando eramos pequeños e inocentes, cuando aún eramos felices y nada nos importaba más, que estuviese toda la familia unida. La cojo y la observo durante un rato, eramos tan felices...
Noto que estoy llorando silenciosamente, que todo lo que veo es solo un recuerdo bonito difícil de repetirse.
Me interrumpe Luis de mis delirios, y rápidamente me seco las lágrimas con la manga de la camisa.

- ¿Qué ocurre? - Le pregunto cabizbaja

- Recojamos esto, no puede quedarse así, y después tenemos que hablar, es importante - Me dice serio

- Luis, ¿Qué pasa? - Le miro fijamente, tiene puesta la cara que pone siempre cuando se trata de algo serio. Me mira con esos grandes ojos verdes a los que no puedes replicar. - Está bien, recojamos todo esto - Digo rindiéndome

Años BisiestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora