capítulo ocho

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El suelo parecía que iba a partirse en Miles de pedazos, por suerte eso no pasó, en vez de eso, vieron un pedazo grande de tierra y rocas elevarse un tanto, haciendo llamar la atención de todos, menos de algunos que ya sabían lo que iba a aparecer.

—¿¡Es un montón de diamantes!?— Trataba de adivinar el oso, Rubius, quien trataba de mantenerse en equilibrio y no morir por hacerlo.

—¡No! ¡Son armas ilegales!— Sonreía con felicidad el búho, no podía esperar para probarlos con sus enemigos.

—¡Estáis locos! ¡Es obvio que son nuevos guardianes!— Trataba de llamar la atención, Biyín, quien empezaba a notar que en el resplandor que se estaba formando, había siluetas.

—¡Palos!— Alzó las manos y gritaba Perxitaa, todos lo miraron con una cara de "¿En serio?", solo se voltearon y siguieron viendo el espectáculo, mientras que el de Macdonald se reía.

No quedaron tan alegres al saber lo que era la sorpresita que le dieron los dioses no era nada más ni nada menos que..
¿Más integrantes nuevos?
Emm, no exactamente, sería mejor llamarlos, integrantes antiguos.

Vegetta, Willyrex, Alexby y Mangel.

Tremenda sorpresa se llevaron todos los integrantes de Tortillaland, ¿Eran las personas de la antigua Tortillaland? Bueno, en ese tiempo no se llamaba Tortillaland, sino Karmaland.
"¿No que esas personas estaban muertas?" "¿Acaso no eran una leyenda?" "¿Cómo es que están aquí?" "¿Aún darán palos?" Se preguntaban todos al verlos ahí.

La historia de aquellos antiguos pueblerinos era esparcida por quienes se camuflaron entre todos, haciendo parecer que eran nuevos, Auron, Fargan, Rubius, Luzu y Lolito, bueno, este último no tanto, ya que se había retirado al poco tiempo de estar en Tortillaland, ya no quería tener nada que ver con aquellos pueblos, esa era la razón, del porqué se había ido.

—¡Ejem! Bueno, les daré 3 días para que decidan si quieren que convivan con ustedes, en un lugar apartado, obviamente, o quieren que desparezcan y vuelvan a ser olvidados. Espero que disfruten su regalo, ¡Dioses fuera!— Todos desaparecieron con una luz brillante, dejando casi con ceguera a todos.

Trataban de procesar lo que estaba pasando, en especial quienes eran antiguos amigos de estos. Ellos, Auron, Vegetta, Fargan, Willyrex, Alexby, Luzu, Rubius y Mangel se veían directamente entre ellos.

Rubius fue el primero que reaccionó, fue a ellos y los abrazó a todos, por ser un híbrido oso, pudo lograr que todos también lo abrazaran, estaban ¿Felices?

—¿Cómo coño están.. A-Aquí?— Dijo entre ligeros sollozos y susurrando, no quería que nadie lo escuchase, quería que pareciera solo un abrazo de bienvenida.

Niñato.. Me alegra volverte a ver..— Decía también susurrando, entendiendo completamente a el oso, haciendo que todos también entendieran.

Rubius se apartó, ya fue su momento de cariño y bienvenida, también había notado que alguien más se acercaba.

—¡Bienvenidos.. A Tortillaland!— Dijo Axozer, quería que estuviesen seguros y que no se pasarán de la raya para que los atacasen de la nada, siendo obligado por Biyín.

—Ehh, gracias, chico.— Alexby rió nerviosamente, algo le sorprendió de este lugar, se acercó a Willy y le susurró —Es más chiquito que yoo..— La felicidad en su voz, al saber que ya no era el más enano del pueblo, el de ojos cerrados solo suspiró por eso, debió verlo venir, jaksjs.

Todos empezaron a convivir con esos antiguos integrantes, Luzu y Auron también le dieron la bienvenida a todos, Ari se interesó mucho en Mangel, y Juan trataba de estar muy junto con Auron, a todos los recién llegados le dieron mucha curiosidad aquel tipo con gafas y que vestía de mago de cumpleaños, lo cual les dió gracia.

𝑻𝒂𝒏 𝒊𝒈𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒚 𝒕𝒂𝒏 𝒅𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 - [ᶠᵃʳᶜᵘˢ] [CANCELADA 😔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora