Lost and found

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Si no hay inicio tiene que haber un punto intermedio, si no distingues el intermedio; se supone, hay un final. ¿Que se procede entonces si no hay final? ¿Qué hacer si el intermedio te parece un final?

De qué forma se supone que entienda en qué punto se encuentra. Iniciando no está. Ya lleva varios meses sabiendo que pasa, por más que se rascara la nuca mientras estaba tirado en la cubierta, no entendía el desde cuándo. podía comprender el porqué, antes nada le había preocupado como esto, sobre todo cuando era Luffy. Estaba más que seguro de que la situación siempre terminaría a su favor. La inseguridad no era algo que entrara en juego con el presente. Con su malditamente molesta capacidad de hacer sentir seguro a quien sea; con su sonrisa, con un puñetazo. Por más torpe que pueda parecer en un inicio, Luffy tenía un don increíble para engañar con su primera impresión.

Cuantas mandíbulas vio caer orgulloso, cuando su capitán mostraba de lo que podía ser capaz. Algo que siempre disfrutaba en silencio, sonriendo ignorante de hacerlo.

Pero ahora, por razones que no terminaba de asimilar; estaba angustiado del porvenir. Estar asustado como un niño que realmente entra en pánico contra lo fuerte que palpita su corazón y le duele el sonido de esa persona en particular rebotando en sus oídos. Logrando desorientarlo como siempre de lo que tiene a su alrededor. Estaba más que seguro que más de una vez sus orejas se pusieron muy calientes...casualmente siempre después que Luffy le hablara.

Todo era un total desorden.

Él ERA un niño leyendo un libro; empezando por la página que se detuvo al dejarlas pasar.

Como niño confundido fruncia el ceño mirando las nubes que se asomaban entre las hojas del árbol, mesclando sus cálidos colores de atardecer con las luces del sol apagándose.

Como con un libro se supone que el inicio es lo más importante, ¿no?

No le servía saber cómo se sentía ahora si no sabía cómo solucionarlo. No sabía el inicio del libro, porque al igual que las páginas solo lo dejo pasar, los días avanzaron. hasta que, de forma casual y lenta, su página se detuvo; y entonces ya lo sabía. Pasaba. Lo sentía. Ya hasta lo respiraba, por dios.

Su sudor de nerviosismo al tenerlo mucho tiempo cerca empezaba a molestar su nariz.

Odiaba divagar. Pero no tenía nada más para hacer con sus pensamientos, quisiera o no le pensaba a todas horas y momentos inoportunos.

Para cuando noto que su ojo no estaba enfocando realmente nada de lo que veía, ya estaba bastante oscuro. Y ahí estaba otra vez.

Una dulce sonrisa se mesclaba en la oscuridad de las hojas junto a dos brillantes ojos traviesos.

Solo se quedó con el ojo muy abierto, estático.

- Psssst ...pssssst. - el moreno estaba llamándole tan suave que estando dormido lo habría confundido con el arrullo suave de las olas. Maldito simio adorable.

¿Qué carajos hacia ahí ahora?

Cerro su ojo y relajo su rostro.

Por ahora no tenía interés en sentirse más abrumado. No muchas gracias. Esa maldita, la jodida sonrisa del moreno. Quería poder recordar que lo inicio. Desde cuándo. ¿Cuál fue el inicio?

¿Empezó a pensarlo tanto desde cuándo?

Desde que tiene memoria de conocerlo siempre se encontraba de un momento a otro pasando su imagen en su mente. Recordaba cada día haberse quedado observándolo por lo menos un buen rato. Hablándole o no. Pero claro paso mucho tiempo con él, día tras día durmiendo muy cerca el uno del otro siempre. aunque vamos, son nakamas. Y no había mucho bote si se cuentan las vueltas que Luffy da de noche.

Maldición, el siempre dejo que su capitán hiciera lo que quisiera con él. Ya fuera caer por un risco. Dejar atrás tu dolor y apretar la mandíbula en una pelea difícil. Golpes injustos ya que nunca era considerado, tan torpe; espontaneo y risueño. Tan bravo y feroz. No temía a nada y hacia temblar al peor, sin importar como o cuando, sin contar con las veces que cayera. Su hermoso capitán se levantaba otra vez, le miraba y convencía con solo esa mirada que todo iría bien. Podía hacerte sentir protegido, aun si no le temías a nada. Aun sin un peligro presente.

Unas pelotitas algo blandas dieron contra su frente, una tras otra.

Abrió su ojo molesto y vio el reflejo de la luz de la cocina aun encendida en el vidrio verdoso de una botella bastante grande. Las bolitas de pan estaban en el pasto. La mano de Luffy se asomaba con ella desde las hojas, sacudiéndola ligeramente. El sonido del líquido adentro le hizo sentir su piel erizarse.

¿Entonces, estaría como estúpido así toda su vida?

No.

- Psssst ... Zoro... - le susurro la vocecita desde las hojas, escondido de forma patética. -la tome del almacén especial de Sanji~...no me vio por Nami y también tengo carne y más comida~.

No es que desde ahora este así de tarado por su capitán.

- Sube, que no te vea Sanji, la puerta de la cocina está abierta. Bebe conmigo Zooorooooo~~~...- lo último lo dijo agitando la botella al ritmo de sus palabras cantadas de forma rara.

Se carcajeo en silencio.

Pues como no.

¿Desde cuándo no ha estado así de enamorado de su capitán?


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⏰ Última actualización: Mar 06, 2022 ⏰

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