¡ɢɪᴀɴᴛ ʀᴏʙᴏᴛ! - ᴛᴏᴍᴛᴏʀᴅ [+18]

¿The end?

Ni he empezado a escribir y siento que querara mas malo que la chucha 😻

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ᴜɴ ᴅÍᴀ ᴅɪꜰᴇʀᴇɴᴛᴇ ᴀ ʟᴏꜱ ᴅᴇᴍÁꜱ...

Tom no lo podía creer, Tord había regresado de "la gran cuidad"

Su ''peor enemigo'' había regresado.

Tom estaba feliz aunque no lo parecía, había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que vio al noruego, aunque este cambio... Al parecer cambio demasiado, tanto que le molestaba su nueva actitud

Y al observar que su Mejor amigo, Edd, lo recibía con los brazos abiertos sin ningún problema, le molestaba aún más.

Hasta que no lo soporto cuando el de cuernos pidió tomar su habitación de vuelta después de haberle lanzado múltiples sillones sobre el.

Se fue bastante furioso de ahí, todo iba de mal en peor para el

Buscar otra casa parecía ser una buena idea, y eso hizo, después de averiguar mucho, ser aplastado por cajas, ser atacado por perros incontables veces, y tener una extraña conversación con un vagabundo cuando trato de improvisar una ''vivienda'' en un callejón. Rento una pequeña habitación de un apartamento, estaba bastante feliz, y mientras caminaba por la calle logro percibir una clase de cartel, de esos donde ofrecían recompensas para encontrar gente, pero lo que le llamo la atención a ese póster, era que se encontraba el.

Ese tipo que siempre que oía su acento noruego le repugnaba, al que le daban ganas de agarrarlo de uno de sus horribles cuernos y golpearlo, y ese hombre, era Tord, el nombre que tanto odiaba escuchar, estaba en una foto donde tenia un uniforme azul y rojo, con un arma en mano, siendo buscado, por la gran cantidad de £1.500.000 dólares, se había quedado paralizado. Estaban pasando demasiadas cosas en un solo día, la llegada del extranjero, el cual no era capaz de ver ni en pintura, percibir que su mejor amigo lo recibía como si nada, y ahora saber que el otro estaba siendo perseguido por la policía por una cifra tan grande, lo ponía aun mas furioso de lo que se encontraba antes, al punto de ir corriendo hacia su hogar y buscar a este bastardo y pedirle explicaciones.

Cuando llego a la casa, entro a su habitación tirando la puerta de una patada, con una expresión que mostraba todo su enojo y furia

- ¡AH, TOM!

Dijo sorprendido el noruego mirando hacia el de cuencas.

¿Qué estas haciendo aquí?

Siguió hablando, ahora con un tono desinteresado

- Lo mismo te iba a preguntar yo.

Respondió el otro mostrándole el cartel

-¿Qué estas haciendo aquí?

Señalo el objeto mencionado