DanMachi - El Héroe Y La Justiciera

Capítulo 2 - Una Camarera Común

†Una Camarera Común†

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Hace tiempo cuando aún era un niño, una de las enseñanzas de mí madrastra fue que nunca debería hacer preocupar a una mujer por mis acciones. Hoy estoy haciendo exactamente lo contrario a sus enseñanzas.

-- ¡¿Seguro de que estás bien?!.

En el instante en el que le hablé a mí diosa acerca del asunto del minotauro, comenzó a revisar mí cuerpo en busca de heridas. Claramente no tenía ya que había bebido una poción de salud cuando salí del gremio.

-- Tranquila Kami-Sama, estoy bien, enserio.

Hablé con calma para tranquilizarla.

Usualmente Kami-Sama usa un tono de voz más alegre y cálido, por lo que me sorprendió un poco verla un tanto alterada. Eso demuestra que realmente se preocupa por mí.

Supongo que debí decir lo del minotauro con más tacto, ya que no quería que se preocupara. Ella fue la única diosa de la ciudad que me dió la oportunidad de estar en su familia. Ella me ofreció un lugar al cual regresar cada día después de salir del calabozo. Es por eso que no quiero preocuparla.

Si bien, nuestra familia va iniciando, tengo la fé de que con el esfuerzo de ambos lograremos hacer que se convierta en una de las mejores familias de Orario.

-- Ya veo, me alegro que no se haya hecho más grave. - Kami-Sama dijo con una sonrisa de alivio, solo para después bajar la cabeza. - No me gustaría estar sola de nuevo...

Cuando me uní a su familia, supe que era el primer miembro de ésta. Todas las personas que Kami-Sama había invitado a su familia antes que a mí, la habían rechazado, o bien, la mayoría había huido de ella dando escusas.

No es que fuera una diosa mala, solo era que se había ganado cierta reputación. Ella había noqueado a 4 aventurero de nivel 1 y 2 sin siquiera tocarlos. El gremio no la multó ya que los aventureros se querían aprovechar de que estaba sola y la quisieron secuestrar; aunque probablemente no se dieron cuenta de que trataban con una diosa.

Los dioses descienden una vez que sellan su poder de Dios, el <Arcanum>. Pero para algunos casos, su divinidad sigue afectando a las personas. Tal como es el caso de las diosas de la belleza que te hacen caer rendido con solo mirarlas; también el caso de los dioses en de la agricultura, como Deméter-Sama, quienes hacen crecer las plantas en la tierra infértil donde no deberían de crecer.

En el caso de Kami-Sama, ella desprende un aura de calidez a su alrededor que le da paz a las personas y hace que se sientan en el hogar. Pero una vez que se molesta en serio, ese calor aumenta hasta el punto en el que te sientes estar en el centro de una hoguera; o al menos así es como lo describen las pobres víctimas.

En cuanto a mí...

-- Ya se lo dije, Kami-Sama, nunca volverá a estar sola. ¡Juntos haremos crecer la Familia Vesta!.

-- ... ¡Sí!

Yo estoy feliz de formar parte de ésta familia.