Capitulo 1. Perdida

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Jessica

3:00 de la mañana, 20 de Septiembre .Las calles estaban llenas de charcos de agua, la luna reflejaba en ellos. Se escuchaba la música por todas partes, aquella discoteca exclusiva, de la que de vez en cuando pasaba, pero nunca entraba , sonaba con abundancia, me llamó la atención. Una adolescente de 16 años caminando sola a su casa.

Caminando por la calle, reflexioné sobre mi sosa vida. No tenía muchos amigos, no se nada de mi padre desde los 13 años, mi madre me cuida sola. Siempre he sido la chica callada y observadora de clase, algunas de las chicas me miraban con desaprobación, por el simple hecho de salir con Luka~ el chico popular del club de football. Venía de la casa de Carla, mi mejor amiga y única persona en la que confío en todo el universo, ella desde siempre me a defendido en problemas donde no he tenido voz suficiente y burlas de los de clase, ella es un persona muy abierta y directa.

Una vez pase a lado de la discoteca, me quedé parada. Mirando por el cristal, como cada persona tenía una sonrisa de oreja a oreja, bailando y cantando, ojalá ser ellos. Esos segundos se me hicieron eternos... una voz me saca de mis pensamientos :

—Hey—pronunció alguien con voz ronca.

Miré para todo lados y le encontré, —Hola...—respondí con timidez, empezando a tocarme las manos. Era alto, tenía pintas de rico e iba bien arreglado, la verdad era bastante guapo.

—Oye he visto que estas parada delante del cristal, vas a entrar?—Dijo serio, se puso delante de mi, que alto era.

—Si, voy a entrar.—Mentí con firmeza.

Él frunció el ceño y se quedó mirándome parado, se acaricio su mentón y sonrió.

—¡Ya sé lo que pasa aquí!—Dijo abriendo los brazos con una sonrisa. —¿Nunca has venido aquí? ¿A que es eso?—Dijo sacando un cigarro.—si quieres, yo te podría acompa...

  Le interrumpí.

—No.—Le mire a los ojos, el sabía perfectamente que quería entrar, el se dio la vuelta caminando hacia el segurata. Empieza hablarle al oído, el segurata me mira de reojo un segundo, mientras el rico le habla, ¿Estarán hablando de mi? No quería estar ahí quieta, era incómodo, entonces el rico deja de hablar con el hombre y se va a otro lado a fumar, el segurata  me da una mirada y hace un gesto con la mano para que vaya. Me lo pensé se dos veces y en ese instante me dirigí hacia la puerta de cristal, el segurata me abrió el paso sin yo decir nada, entonces en ese momento sabía que todo era cosa de ese "chico rico"una vez entré, sentí la música retumbar en mis oídos, como si de un zumbazo se tratase, empecé a mirar un poco por el lugar, era grande, había salas de diferentes estilos, puertas, escaleras, luces de todos los colores, voces, risas, gente de toda clase, pero sobretodo rica, jóvenes pero no menores y adultos.
Estaba desorientada, era un sitio donde no había estado antes y quería ver mas, paseaba por la salas observando, encontré una pareja besuqueándose y gimiendo en un salón oscuro, puse cara rara y me fui sin más por las escaleras de abajo. Llegue a la pista central y me quede mirando a la gente como bailaba. Alguien de detrás mío me toca el hombro, para cuando me doy la vuelta, es el, otra vez.

—¿Estas perdida he?—Dijo sonriendo. Le miré a los ojos.

—No lo estoy.—murmuré rodando los ojos.

—Si los estas, deja de mentir.—Sonríe

—¿Y tu porque me sigues? —Le pregunto.

Se quedo mirándome sin decir nada.

—Bueno es porque soy el dueño de este sitio y si eres nueva te puedo enseñar el lugar.

—No, gracias yo ya me iba. — Me di la vuelta y empecé andar, pero una cosa no me dejaba. —La verdad yo nunca he venido a un sitio de estos, es mi primera vez .—Le confesé tímida.

Sin remordimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora