Capitulo 2. El comienzo

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Si, arriésgate.
Esa es la respuesta .

•Thomas

Thomas

Salí de la ducha, y me puse mi albornoz blanco, caminé hasta la cocina y me hice un café, mientras que lo removía con mi cucharita escuché quejidos bajos, fui a mi habitación, Jessica se estaba despertando. Me senté en un sillón de una de las esquinas de mi cuarto y tome un sorbo de café mientras la observaba. Lentamente empezó a estremecerse, y abre los ojos.
Jessica empieza como una loca a mirar a los alrededores hasta encontrar mi mirada. Mi cara seria cambia a una sonrisa de lado.

—¿Que tal has dormido, Jess?—La pregunto dando un sorbo al café sonriendo, se queda callada asimilando todo.

—¿Que?¿Que hago aquí?—Dice mareada.

—¿Que,que haces aquí?¿Esque no te acuerdas?—La respondí.

—¡No...Me jodas! Que ayer ¿tu y yo...?

—No joder, no.—Frunzo el ceño y prosigo hablando.—¿Como me voy aprovechar de una chica borracha? Y menos...de 16 años. ¿estas loca?

—¿Como sabes eso? Si Ayer te dije que tenía...

—20, lose. ¿Sabes? Existe una cosa que se llama Dni.

—¡¿Me has robado las cosas?!

—¿Porque iría hacer eso?

—¿Nose dime tu que hago aqui?— Se pone rechistona.

—Bueno...básicamente después de que echasen al chico fracasado de ayer, te recogí del suelo y te llevé aquí, a mi casa, porque no se donde vivías—.La explico.

—Ah... y ¿Donde esta mi ropa?—Dijo mirándose al espejo, al otro lado de mi habitación, tocando la textura de mi camisa gris que llevaba, con cara de vergüenza.

—Lavándose.—Afirmé sonriendo.—¿Sabes?, te queda bien mi camisa.—La dije sonriendo.
Ella me da una me hace una mueca, me quedo callado y pongo cara neutra, la miro de arriba abajo con lentitud, dejo la taza de cafe, me levanto y hablo:

—Pero ya te la vas quitando—Afirmo serio, acercándome a ella, Jess da dos pasos para atrás, se queda quieta y me mira con confusión, yo doy dos hacia ella. Paso mis dedos por el cuello de la camisa bajando hacia los botones, parando en el primer botón, lo desabrocho, los pómulos de jess estaban rojos, se la notaba la aceleración del pulso y su rostro elevado penetrando mis ojos con preocupación. Deslizo mi mano al segundo botón y lo desabrocho, se la iba a salir el corazón, paro. Le doy una sonrisa de lado y me doy la vuelta hacia la puerta.

—¿Que quieres de desayunar, jess?—Camino fuera del cuarto.

—¿Estas de broma?—Jess, suspira tocándose el pecho haciendo una mueca y yendo detrás mío.
Salimos del cuarto, al estar en el salón Jess observa todo, va hacia el ventanal en aquel que se ve la parte de la ciudad apoya sus manos.
—Se ve toda la ciudad, tienes suerte—Ella sonríe.

—¿Suerte? Si tu supieras—La digo.

La cocina conecta con el salón, me voy a la nevera y cojo un brick de leche y un bol, pongo mis favoritos cereales,(frosties) y los hecho.

Sin remordimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora