Noche de la celebración de gala.
Nozomi se miró nuevamente en el espejo, su vestido rojo realzaba su palida piel y el negro azabache de su cabello recojido, el corsé de encaje rodeaba su pequeño y elegante marco, mientras que la larga y lijera falda de gasa caiga hasta el suelo ondeando suavemente mientras se movía. Natalia había logrado que ella tuviera algunas ondas sueltas en el pelo, lo cual era una hazaña teniendo en cuenta que su cabello era liso como una tabla, el maquillaje era poco recargado pero resaltaba sus ojos.
Sintió a alguien golpear la puerta, su hermano entró luciendo un elegante smoking- Cielo santo, ¿estás lista para ir a un castillo, princesa?
Nozomi se rió del cumplido. - Claro que si mi fiel súbdito, ¿nuestros padres están listos?
-Si, todos están abajo, nuestra pequeña también se ve deslumbrante, ambas eligieron el mismo tono de rojo.
Nozomi asintió, -Nos pusimos de acuerdo. Vamos no quiero llegar tarde.
-Todavía hay tiempo- Hakuji la dejó pasar primero.
-Somos invitados de honor... y a parte esta noche todos sabrán de mi compromiso. - inconscientemente tocó el anillo que Kyojuro le había dado en su primer encuentro. -Estoy nerviosa.-
-La mirada en alto hermana, todo lo que has logrado ha sido por ti. Que nadie jamás te quite tu orgullo o haga que bajes tu mirada. Te quiero, todos aquí te apoyamos.
Nozomi asintió-Gracias- ambos hermanos bajaron y se encontraron en la entrada principal.
Megumi usaba un vestido color rosa viejo, el encaje asomaba delicadamente en un bordado en la parte superior, un escote cerrado y de mangas largas, aunque de todos modos resaltaba su delicada figura, su madre era una mujer pudorosa después de todo.
Su padre usaba un smoking igual que Hakuji, el pañuelo de su bolsillo a juego con el vestido de su esposa.
Entonces vio a Natalia, aunque ya la había visto con el vestido puesto le pareció realmente deslumbrante, hoy era una noche especial para ella, sería presentada como miembro de la familia. El rojo le quedaba como un guante, sus hombros iban al descubierto, las flores bordadas con detalles dorados marcaban los costados de sus hombros, el escote espejo era bastante apropiado para su edad, no muy sugerente, pero sí atractivo, era delicado. El vestido se ajustaba en su cintura y caía en una falda ligeramente voluminosa, su cabello estaba peinado en una trenza espiga la cual llegaba hasta casi su cintura.
-Vaya, estamos muy producidos hoy.
Natalia mostró su mejor sonrisa- Es un día especial, ¿verdad?
-Lo es, mi hermano estaría orgulloso de verte, una niña que se abre paso para convertirse en una magnífica mujer.- Kamuza la abrazo.
Natalia solo asintió, si hablaba seguro empezaría a llorar y le había costado maquillarse.
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Fueron llevados al edificio central de negocios de los Rengoku, el lugar bullía de actividad, muchos autos dejando a sus pasajeros, los reporteros y fotógrafos esperaban detrás de gruesos cordones rojos, para evitar que se metieran en la fiesta, tomaban fotografías y trataron de entrevistar a los invitados.
Cuando entraron fueron recibidos por un agradable ambiente, y música clásica. Nozomi camino con seguridad a través del gran salón, sus padres delante de ella y Hakuji escoltando a Natalia del brazo. Pronto la joven fue el centro de las miradas, algunas curiosas, otras de admiración y algunos ceños fruncidos. Aunque la chica ignoró todo eso, y camino con la confianza que tenía en ella misma.
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Comprometida con un Extraño
RomanceLa protagonista de esta historia nunca pensó que se vería envuelta en un matrimonio arreglado para salvar el legado de su familia. No había forma de rechazar este acuerdo, no con tanto en juego. Kyojuro Rengoku sabia lo que queria y solo un completo...