Melanie

1.3K 16 8
                                    

Sinceramente, hoy no había sido mi día.

Golpeé una vez más la taza de plástico contra los barrotes de la celda, en un torpe intento de imitar uno de los innumerables tópicos americanos.

Al menos la situación era apropiada, más o menos. Quiero decir, no es que llevase un jersey a rayas blancas y negras, ni tan siquiera un mono naranja, pero hace apenas un par de horas me había manchado la camiseta durante el desayuno, con lo cual ahora mi camiseta blanca tenía una especie de mancha naranja alargada. De hecho, si la miraba desde un determinado ángulo se parecía a un zapato, o ¿Tal vez a una carroza del día de orgullo gay?

Sacudí la cabeza, no me había hecho ningún bien tomarme esas pastillas que había encontrado en uno de los baños del aeropuerto.

Espera... ¿Aeropuerto? ¿Qué demonios hacía yo ahí? ¿Me echaban de casa? ¿Huía de un grupo de mafiosos ítalo-germano-afroamericanos? ¿Y por qué no me acordaba? ¿Eso era amnesia? ¿Tal vez...?

-¿Te quieres callar de una vez? No tienes amnesia idiota, simplemente te has desmayado.

Aja, al parecer todo ese monólogo no era mental.

Me giré. Era un hombre corpulento, de unos 30 años o así.

- Y además - se rascó la cabeza mirándome con cierta preocupación - ¿Por qué hablabas en Pt.Imperfecto?

- No tienes mucha pinta de saber que es el Pt.Imperfecto.

- Lo pone en tu camiseta - Señaló.

Y era cierto. Sobre mi camiseta verde unas palabras rezaban: ¡Si, yo hablo en Pt.Imperfecto!

- Vale... espera un momento... ¿Dónde se supone que está mi camiseta blanca con la mancha naranja en forma de zapato gay o lo que quiera que fuese?

-Sea lo que sea a lo que te refieres la respuesta es... pastillas.

- ¡Eso lo explica todo! (Lo cual no hace que sea menos preocupante) ¿Y quién se supone que eres tu? ¿Mi conciencia?

- Soy Bo.

-Melanie. Mel. Como prefieras - Hice una tonta reverencia-¿Estamos aquí por las pastillas?

-¡Caro que no! Por favor, ¿me crees capaz de darle a una chiquilla como tú esas...?

- ¡Muy bien, muy bien! - Un policía se acercó a los barrotes con unas esposas-Veamos... ¿Quién hablará primero? ¿El camello o la niña yonki?

Observé a Bo enojada.

- ¿Qué decías?

- Técnicamente, esas pastillas fueron abandonadas en el baño. No realice ninguna entrega directa.

- Maravilloso.

Finalmente, todo ese asunto acabó bastante bien. Descubrimos que esas pastillas eran en realidad aspirinas y que yo reaccionaba de una manera muy interesante al digerirlas.

-Entonces, ¿Nadie va a decirme que he hecho cuando iba medio drogada?

Bo me miró de soslayo. Tras pagar una multa y recoger mis cosas, había obligado a mi "camello" a invitarme a un Cutre-Desayuno-de-Aeropuerto. (Más conocido como CDA. No hace falta que busques las siglas en Google, tengo los de®echos de Auto®)

- ¿Medio drogada? No presumas tanto...

- Es culpa tuya.

- ¿Quién en su sano juicio se tomaría unas pastillas abandonadas?

- Discrepo.

- Ilústrame, entonces.

- Soy menor de edad, podría denunciarte.

MelanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora