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A Gregory le cuesta admitir que a sus doce años...

Le tuvo celos a una niña de tres años...

Paso así.
Ese día no tuvo clases, bien para el por que se agarró un puente, pero también era algo malo.
Pues casi siempre preferiría pasar tiempo, ya sea con sus padres, con monty, chica y Roxy, con sus tíos, DJ y Moon, incluso con el viejo loco que pasaba por ahí, ¿Bill?, ¿Milly?, ¿Willy? No se acordaba muy bien.

Pero el mega pizza plex estaba que reventaba de personas, es aqui donde se pregunta, ¿de donde coño sale esa gente?.

No le quedo otra opción que refugiarse en la guardería.

Entonces ahí estaba a lado de su padre.
Viendo como los niños dibujaban cosas que no entendia, pero miraba como se lo enseñaban al rubio, quien obviamente les decia que eran hermosos y bellos.

Todo bien hasta ahí, pero justamente antes de que se pasara al otro lado de las mesas, una niña se le quedaba viendo, asi que hizo lo mismo pensando que tal vez queria jugar, pero nada de eso.

La mocosa le saco el dedo indice.

¡EL DEDO MALO!

¡EL MALDITO DEDO MALO!

Esto si que le sorprendió y a la vez le causo una gracia.
Por impulso le saco la lengua a la niña, la cual... Al parecer se enojo.

Su cara se ponía roja, roja. Como a punto de hacer un berrinche, oh, no si hacia llorar a la chamaca seria expulsado de la guardería.

Pero... A la mierda, la niña empezo.
Vio como la infante se levanto, e iba directo con su papá.
A estas alturas, pensó que pase lo que pase.

Aunque... Sorpresa fue...

— ¡¿Papi como que'ldo?! —

A Gregory le sorprendió eso, sintio un alivio y a la vez sintio unos celos infantiles contra una niña que le faltaba la mitad de los dientes.

— pipi cimi quidi... — pfff, le quedo horrible — le dirán loco por hablarse a si mismo.

— ¡Oh te ha quedado muy Bonito! — dijo Sunny, con su tipica voz alegre y chillona.

La niña volteo hacía el, con una sonrisa victoriosa.

Pero... El las tenía más de ganar.

Mirando a la niña retadoramente, se acerco a Sunny y tiro de su pantalón, este volteo encontrándose con su hijo.

— ¡Estrellita!, ¿que hacés aqui?, ¿no te sientes comodo?, ¿te paso algo?.

— ¿T-te puedo dar un abrazo?—

—¡Por supuesto! —

Y asi termino Gregory, con el rubio abrazandolo fuertemente.

Miro hacia la niña y pudo ver como esta seguia más que con un puchero, en su manita alzo el dedo otra vez...

En fin... Ganando como siempre...

𝗛𝗘𝗔𝗗𝗖𝗔𝗡𝗢𝗡𝗦✨┇𝐒𝐔𝐍𝐁𝐄𝐀𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora