🚢Cap 5 parte 2🚢

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En ese momento, los camareros se acercaron para servir el primer plato de la cena, a lo que Verónica, carraspeando, llamó la atención de Betty.

—La servilleta—Esta se dio cuenta y la retiró antes de que el camarero pusiera el plato.

Fue en ese momento en el que se percató que, como clase privilegiada, tenía que saber utilizar aquella exageración de cubiertos. No tenía ni idea por donde empezar.

—¿Son todos para mi?—Preguntó un poco nerviosa a Molly que era la que tenía a su lado.

Verónica le había tocado delante de ella por su desgracia.

—Empieza a utilizar desde el extremo hacia el fondo—Le ayudó Brown.

Acto seguido, en aquella "fiesta" se sirvió el caviar.

—¿Cómo desea el caviar, señora?—Se ofreció uno de los mayordomos.

—No quiero caviar, gracias—Se apresuró a decir Betty—Nunca me a gustado—Verónica los miró, no había nada que siguiera gustando a la pelinegra, todo era fascinante en Betty.

—¿Dónde vive señorita Cooper?—Y de nuevo la madre intentó dejarla por los suelos a la pobre Betty

—Verá, señora—Empezó a explicar—En la actualidad mi dirección es el Titanic. Y cuando desembarque estaré en manos de Dios.

Hermione no quedó muy al agrado de esta respuesta, puesto a que empezaba a imaginarse las tentaciones de su hija y no lo quería consentir.

—¿Y con que medios cuenta, señorita Cooper?

—Trabajo para ir de un lugar a otro— Explicó la rubia—Utilizo cualquier medio para viajar.Gané mi pasaje en el Titanic con una mano afortunada al póker. Tuve mucha suerte—Terminó observando a Verónica que le sonreía.

—Ya se nota, señora Cooper.Una mujer que se aprecie crea su propia fortuna. ¿No es así?—A lo que Betty le pilló un poco despistada por lo que solo asintió.

—¿Le parece atractiva esa clase de existencia desarraigada?—Preguntó de nuevo incordiando la madre de Verónica a lo que no solo esta se molestó,Molly también.

Pero a Betty no le molestó, siguió contratacando.

—Si, me lo parece—Contentó—Verá, siempre llevo todo lo que necesito. Aire en mis pulmones y unas hojas de papel en blanco—Verónica la miró, en cierta manera, aquel había sido uno de sus sueños—Me encanta despertarme por la mañana sin saber que va ocurrir—Y pegándole un gran bocado al pan, prosiguió—A quien conoceré—Miró a la pelinegra—O donde me llevará la vida.Hace unas noches dormía bajo un puente y ahora estoy aquí, en el barco más grande del mundo bebiendo champan con personas distinguidas—A lo que todos le siguieron la gracia— Póngame más—Le indicó al camarero para que le sirviera una copa de champán—Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla. Nunca se sabe que cartas te repartirán la próxima vez. Aprendes a aceptar la vida tal como viene—Observó que Chad buscaba el encendedor para un cigarrillo y ella se ofreció—Ahí va eso, Chad—Este lo agarró al vuelo un poco despistado—Así,cada día cuenta— Terminó por fin.

—Bien dicho, hija—Saltó Molly.

—Por que cuente—Verónica por fin abrió su boca alzando la copa en honor a lo que habían dicho.

—Por que cuente—Lo que todos la siguieron.

Gracias al destino la cena acabó y llegó la hora de los postres.Molly se había tomado ya demasiadas copas de más y el vino le empezaba a hacer efecto. Contaba muy cómicamente historias de la que la mayoría de los asistentes nunca más recordarían cuando aquella cena terminara.

Titanic [Beronica] (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora