ACTA DE NOVIAZGO

Capitulo 1: El encuentro inesperado

En la bulliciosa ciudad de Seúl, donde los rascacielos se mezclan con templos antiguos, se encuentra la prestigiosa Universidad de Seúl. Entre los miles de estudiantes que recorren sus pasillos, está Soyeon, una chica solitaria que siempre ha preferido la tranquilidad de su propia compañía.

Desde pequeña, Soyeon nunca sintió la necesidad de socializar demasiado. Sus días se dividían entre las clases, las tardes tranquilas en su cuarto y las noches tocando su guitarra. Su mundo era pequeño, pero lo encontraba reconfortante. A pesar de las miradas curiosas y los murmullos de sus compañeros, Soyeon se mantenía firme en su burbuja de silencio.

Un día, todo cambió. Era el comienzo de un nuevo semestre, y el rumor de un nuevo estudiante se propagó rápidamente por el campus. Su nombre era Jisoo, y su llegada no pasó desapercibida. Con una actitud rebelde y una sonrisa confiada, Jisoo rápidamente se convirtió en el centro de atención. Para las chicas, su llegada era emocionante; para los chicos, un desafío. Pero para Soyeon, era una complicación más en su ya complicado entorno.

Jisoo no tardó en hacerse notar en las clases. Hablaba con todos, se movía con facilidad entre los grupos, y parecía disfrutar cada momento. Sin embargo, su interés se centró en la única persona que no parecía interesada en él: Soyeon. La primera vez que le habló, Soyeon lo ignoró por completo. Cada intento de conversación era evadido con frialdad. Pero Jisoo no se daba por vencido.

Una tarde, después de una agotadora clase de literatura, Jisoo se sentó junto a Soyeon en la cafetería del campus. Ella estaba inmersa en un libro, tratando de ignorar el bullicio a su alrededor.

"¿Qué estás leyendo?", preguntó Jisoo, inclinándose hacia ella.

Soyeon levantó la vista y lo miró con desdén. "Nada que te interese", respondió, volviendo a su libro.

"¿Por qué eres tan antisocial?", insistió Jisoo, sin inmutarse por su frialdad. "Deberías intentar hacer amigos."

Soyeon suspiró y cerró el libro. "No necesito amigos", dijo con firmeza. "Y definitivamente no necesito a alguien como tú entrometiéndose en mi vida."

Jisoo sonrió. "Bueno, no parece que tengas muchas opciones. Mi madre y la tuya se han hecho amigas. Así que me temo que tendrás que soportarme."

Soyeon se quedó atónita. "¿De qué estás hablando?", preguntó, tratando de ocultar su sorpresa.

"Nuestros padres se conocieron en el mercado", explicó Jisoo. "Ahora son mejores amigas. Así que supongo que tendremos que llevarnos bien, por el bien de nuestras madres."

Soyeon no podía creerlo. Para ella, la noticia era simplemente increíble, una coincidencia que parecía una cruel broma del destino. "Esto es una broma, ¿verdad?", preguntó, esperando que Jisoo se riera y admitiera que todo era un juego.

"Para nada", respondió Jisoo, todavía sonriendo. "De hecho, nuestra primera cena familiar es esta noche. Espero que te guste la comida picante."

Esa noche, Soyeon llegó a casa con una mezcla de incredulidad y frustración. Su madre la recibió con una sonrisa radiante. "Soyeon, querida, ¿cómo te fue hoy?", preguntó.

Soyeon suspiró. "Mamá, ¿es cierto que te hiciste amiga de la madre de Jisoo?"

"Sí, es cierto", respondió su madre con entusiasmo. "Es una mujer encantadora, y Jisoo parece un buen chico. ¿Por qué no le das una oportunidad?"

Soyeon sabía que su madre no entendería. Para ella, Jisoo era solo una molestia más. Pero el destino parecía tener otros planes, y Soyeon estaba a punto de descubrirlo.