Capitulo 11

7 1 0
                                    

                                                                             Jason sin ser Jason 


Cuando terminó la clase salí disparada de ahí con una cólera por culpa de este tormento que traigo conmigo que a donde quiera que vaya él está, disque cuidándome, pero solo hace que lo desprecie. El piensa que algún día me resignaré al estar con el después de lo me hizo de joven cuando apenas era una florecilla, él no es más que pura labia.

Llego a al dormitorio en busca de descanso, no he podido comer nada, mas que tomar un yogurt y siento que fallezco.

Pero me encuentro que Esther esta con su hermano junto con Jasón riéndose a todo pulmón y cuando se dan cuenta de mi presencia, parecen no importarles mucho, más que Esther que me saluda, no entiendo como es qué están aquí cuando se supone que hay ciertas reglas acerca con la entrada de hombres en las habitaciones, más bien en el edificio.

así que como yo también finjo que no me importa mucho su presencia, sigo haciendo mis cosas, solo así hago que Jason se levante y se dirija hacia mí.

-Ya te vas a cambiar?, no tenemos mucho tiempo- habla por detrás de mi cerca de mi oreja

Creo que no piensa darme explicaciones de cómo no me hablo en todo el día, si no es que vengo al dormitorio él ni siquiera me manda un mensaje por estar incomunicado por varias horas. No es que me tenga que enviar su ubicación en tiempo real todo el tiempo porque no soy toxica, sin embargo, tampoco voy a dejar que actúe como si nada.

-Tenemos que darnos nuestros números pronto, Nicole propuso ir las tres a una fiesta de fraternidad, pero no te encontramos. - me dice Esther

-JA. Fiesta, y luego de fraternidad no gracias, que bueno que no la pudieron contactar-le contesta Jason, ¨mi nuevo vocero¨.

Le hago señas a Esther para que me preste su teléfono, y anotar mi número, ignorándolo por completo. Cosa que al rubio no parece gustarle.

-Parece que ahora estas de muy sociable- me jala del brazo hasta el lado de mi cama entre mi armario- te dije que te cambiaras, no tenemos mucho tiempo, no entiendo porque no te apareciste más temprano, ah, y todavía falta que yo pase a cambiarme. -está molesto, pero no creo que tanto como yo por querer estarme mandando.

-A cambiarte? pues dime que estabas haciendo y en donde, porque esta más que claro que no has estado en tu casa.

Nos están escuchando, la habitación es grande, pero no tanto como para que no oigan nuestra conversación y por el tono en que me está hablando no va a terminar bien.

-Acaso te tengo que decir a cada lugar que voy? -comienza a alzar la voz, haciendo esto incomodo, ya que los hermanos ahora nos están mirando.

-No, pero por lo menos tener la decencia de avisarme que no te aparecerás por un buen rato y no aparecer después como si nada a mandarme.

-Bueno, nosotros ya nos vamos. Té espero abajo o nos vemos en tu casa-pregunta Edgar.

-Espérame aquí, que ya casi nos vamos. -le contesta el rubio, sin dejar de tirarme cuchillos por los ojos.

-Ya sabias que hoy vamos a cenar con mis padres,-continua conmigo, la discusión- sin embargo, te la pasas haciéndote la que nunca sabes nada y la que nunca te acuerda de nada. Así que deja de perder más tiempo y cámbiate de una vez por todas. De ninguna manera voy a hacer el ridículo de no presentarme con mi familia a la cena, por tu culpa. – tensa la mandíbula, cuando termina de hablar. Me agarra más fuerte del brazo me gira hacia el armario y me da un leve aventón para que me empiece  a cambiar.-Y rápido, que te voy a estar esperando abajo. – se aparta y hace señas para que lo sigan los hermanos.

No me puedo negar a ir, me lo reprocharía Damon, ya que es una buena oportunidad de reconocer más rápido a todos los integrantes Jefferson.

Así que no tengo otra opción más que tragarme el enojo y guardarme la colera, pero eso si, no voy a dejar que se las venga a dar de macho y me deje como idiota que está ¨dispuesta a obedecer a su imponente novio¨ enfrente de ellos.

Al cliente lo que pida ¿Quieres que te obedezca? Bueno.

 Antes de que se salgan, me dirijo rápidamente al armario agarrando lo primero que encuentro, azotando las puertas a la hora de cerrarlas, me cercioro de recibir la atención que quiero haciendo más ruido a la hora de caminar. Y sin más comienzo a desvestirme enfrente de ellos

Los dos palidecen y me miran de pies a cabeza, mientras que Esther esta asombrada.

Me termino de vestir, buscó una bolsa donde pongo mis zapatos, también maquillaje.

-Toma, - le arrojo la bolsa en su pecho- me termino de arreglar en tu departamento.

Salgo del dormitorio dejándolo con su cara de imbécil, Edgar no sabía donde meter la cara y Esther estaba que ya no podía aguantar la risa.

Llego al estacionamiento con el siguiéndome, subimos al auto, dispuesta para otro raund

-Te has pasado de verdad, mira que hacer eso enfrente del novio de mi...

-Yo solo te obedezco!!-lo interrumpo- eso es lo que te gusta no?, pues es lo que hare.

-Deja el sarcasmo, primera y última vez que exhibes tu cuerpo de esa forma. -me mira a los ojos.

-Pues a mí no me trates así, porque ya sabes cómo voy a reaccionar. Y arranca ya, que no llegamos a tiempo, no queremos que pases el ridículo.-le regreso sus palabras

-Ya para, de verdad, no puedes seguir actuando así tengo muchas cosas por enseñarte, mucho por hacer juntos, como para que nos pongamos así.

-Mira no sé qué te pasa para que estés tratándome mal, y después actúes como si nada creo que después de todo estos meses no nos han bastado para conocernos totalmente, no te conocía esta fase, ni creo que tú tampoco conocías esta fase mía. Tengo un carácter un poco difícil de tratar cosa que no veías mucho de mi porque básicamente siempre estábamos bien, sin discusiones, pero veo ahora que te enfadas por todo, lo peor es que desquitas ese mal genio conmigo y desde luego que yo no voy a permitir eso. Vamos a que me presentes a tu familia, pero quiero que después de verdad reflexiones lo que te pasa...o incluso lo que sientes.

-Lo que siento por quién? – su voz vuelve a sonar molesta.

Como que por quién?, por nosotros, ¿por quién más?, esa pregunta me enfurece, es tonto o qué maldita sea le pasa.

No quiero empezar de nuevo a discutir, porque si no, no llegamos nunca a nuestro destino y es lo último que quiero, así que mejor me volteo a la ventana sin decirle nada tragándome de nuevo el coraje , creo que de tanto enojo acumulado voy a terminar reventándome la vesícula.



Fuertes revelaciones, no mentira, ni siquiera se pueden llamar así comparadas a las que vienen.

12 enseguida por que ando motivada.

xoxoxo.

El tacto de sentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora