A Jake le gusta observar a su vecino bailar, lo admira tanto hasta que esa admiración se convierte en amor, todos los días le escribe una carta que no puede entregar.
A Sunghoon le gusta bailar para que su vecino lo observe, le gusta mirar la hermos...
Hoon estaba triste, el lindo niño de sonrisa bonita no se había aparecido hasta ese momento.
Estaba atardeciendo y el sol daba justo a su estudio, no le gustaba bailar así se empezó a molestar por lo tarde que era
Y sinceramente ¿por qué lo estaba esperando?
No era nadie importante ni especial en lo más mínimo, solo era su estúpido vecino de enfrente, no había razón alguna para esperar por el.
Se levantó y justo cuando iba a colocar la música la persona de enfrente abrió las cortinas y recordó la razón por la que esperaba por él, él y su hermosa sonrisa.
Aquellos ojos que se desaparecían cuando sonreía con tal intensidad.
Con el sol molestando su visión comenzó a hacer aquello que le gustaba tanto.
Bailo sin despegar la vista de él hermoso chico de enfrente, cada movimiento lo terminaba con una leve mirada a la ventana.
Aquella sensación era indescriptible, quería sentirla por el resto de su vida, el simple hecho de mirarlo por dos horas todos los días hacía que su vida de mierda fuera mejor.
Suspiro cuando la música terminó, le parecieron tiernos los mínimos aplausos que daba el chico de hermosa sonrisa.
No le importaría bailar en medio de un huracán, con que su chico lo mirara como lo hacía todos los días le era indiferente su entorno.
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