Cap 13: Escape (parte 1)

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¡ADVERTENCIA!

 este capitulo contiene escenas de violencia y situaciones que pueden perturbar a algunos espectadores.

Había pasado una semana desde que te habían retenido contra tu voluntad en aquel sucio sótano, o al menos eso es lo que creías puesto que el paso del tiempo era difícil de medir en esa oscura habitación a la cual no le daba la luz del sol.

Tus muñecas y tobillos habían estado atados desde lo que a tu parecer era una eternidad por lo que ya no las sentías, tus piernas estaban entumecidas y te dolía la espalda por estar en la misma posición por tantas horas, el resto de ti estaba cansado, agotado, puesto que no habías dormido bien en varios días y de comer ni se diga... tan solo habías recibido agua, siempre bajo la supervisión de Jack, aun así era apenas la suficiente para mantenerte viva.

Estabas al borde del colapso físicamente y a merced de lo que tu captor demandara, si estaba de buen humor lo máximo que pasaría es que se sentaría silenciosamente sobre un cajón de madera en la esquina de la habitación y te observaría por una o dos horas dese ahí, En otros casos entraría dando un portazo y quejándose, de ser así solo tendrías que aguantar sus rabietas y escuchar sus quejas esperando que se fuera sin intentar nada.

A pesar del mal estado de tu cuerpo, tu mente se encontraba completamente despierta, maquinando, ideando, siempre atenta a todo a tu alrededor analizándolo, ahorrando energías para poner en marcha un plan que empezaste a idear desde el momento en que despertaste de la paliza que recibiste el día que llegaste y que sería la primera de muchas que recibirías en días posteriores.

Ese tarde en particular una oportunidad fuera de lo común se presentó, te encontrabas sentada en aquella silla a la cual ya te habías acostumbrado tanto que ya sentías como si estuviera pegada a ti, luchabas para mantener los ojos abierto debido a que el sueño que sentías estaba empezando a consumirte, pero sabias que ya casi era hora de que Jack bajara a verte antes del trabajo nocturno como cada día a esa hora, por lo que no podías descansar. Un par de veces ya lo habías encontrado tratando de propasarse contigo mientras dormías lo cual solo provoco que recibieras una golpiza al intentar defender tu integridad. Sabias de antemano que caer en la tentación del descanso en esos momentos era un privilegio que no te podías permitir.

Aun a sabiendas de esto, tu cuerpo parecía no estar cooperando contigo y estabas cerrando lentamente los ojos sumiéndote en la oscuridad y la tranquilidad cuando el sonido de la puerta de la habitación abriéndose te puso en alerta. En tu corazón siempre que escuchabas aquella puerta tenias la esperanza de que fuera el jefe o la policía que se dieron cuenta de tu ausencia, Pero siempre te decepcionabas al ver bajar a tu rubio secuestrador.

 Ese día no fue diferente, los pasos sonaron en las escaleras y al abrirse la hinchada puerta de madera Jack entro en la habitación llenándola de tensión con su presencia, esta vez especialmente molesto.

Jack- ¡otra vez ese estúpido cachivache descompuesto! - tomo su reloj y con violencia la lanzo al piso desquebrajándolo en cientos de pedacitos que rodaron hasta tus pies descalzos – y también ese maldito auto que no dejan de darme problemas-

Poco a poco te habías acostumbrado a sus arranques de furia y te sentías cada vez menos temerosa de ellos, aunque la mayoría de las veces terminaban mal para ti.

Jack- ¿y tu? -el te mira fulminante – otra vez quieta como siempre... ¿Por qué no haces algo más? Llora, suplica por tu vida, ¡lo que sea! ¿Acaso no te importa ya lo que le pase a esa miserable vida tuya? – te quedaste en silencio mirando al piso las piezas mecánicas de lo que previamente fue un divino reloj de plata.

Jack – je...je.... JAJAJAJAJA- como salido de la nada las perturbadoras carcajadas de Jack llenaron la habitación, él se acercó a ti dando amplias y rápidas zancadas hasta que sentiste como su mano te tomaba del cabello halando de él fuertemente obligándote a levantar la mirada. De su bolsillo él sacó una navaja y la desplegó, pegándola a tu cuello y presionándolo hasta sentir como la punta afilada se enterraba en tu piel. La sangre empezaba a brotar en un pequeño hilo por tu tráquea.

Good Liars (Alastor x reader) hazbin hotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora