Corazón roto

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Para Draco Malfoy

Sucedió lo que todo padre teme que le pase a sus hijos. Lastimaron a Rose, y no pudimos hacer nada. Porque es parte de la vida tener el corazón roto alguna vez.

Lo peor fueron los primeros seis días, ella no nos había dicho nada aún, ya lo sabíamos por su hermano, pero no podíamos romper la brecha de confianza que existe entre nosotros. Al llegar el séptimo día, se armó de valentía, y con lágrimas en los ojos nos lo contó. Tenía su corazón hecho pedazos en sus manos, esperando a que papa y mamá se lo pegaran con pegamento mágico. Pero no sucedió. Me encantaría decir que eso es algo que podemos hacer los padres, pero sólo podemos abrazar y decir que todo estará bien.

Su papa juró buscarlo a ese chico y hacerle varias maldiciones, torturarlo y hacerlo sufrir, pero ella pidió que no hiciera nada. Bajo la frase tan usada cuando terminas con alguien, 'No vale la pena ir a Askaban por el papá'.

Aunque creo que si por ella fuera realmente, si dejaría que su papa, padrino e tío le lanzaran algún que otro hechizo. Pero es un ser tan puro que solo lo puede pensar, jamás lo pediría.

Pasados los ocho días prometió no volverlo a buscar, le devolvió su ropa y comenzó a salir con sus amigas de fin de semana. Con 16 años tuvo el peor verano de todos. Risas de día, llanto de noche.

Fue recién en la última noche de vacaciones que se acercó a su papa, para preguntarle cómo podía hacer para arreglar su corazón roto. Él con su corazón en manos, le dio el mismo consejo que me dio a mí cuando le hablé de ti.

'Seguramente esta no sea la última noche que pasas en vela llorándolo, pero estás noches son las que te hacen más fuerte. Para olvidar no hay atajos, no hay trucos, ni pociones. Van a haber mil momento con que al solo escuchar su nombre te quiebres en llanto, pero confía en que el tiempo va a juntar los pedazos de tu amor y lanzarle un reparo'

Luego le dio un beso en la frente y le dijo que hablara conmigo. Y allí es que entras tú.

Le hablé de nuestra historia, de nuestro amor y cómo me partiste el corazón al abandonarme. Pero también de cómo después de sufrir lo suficiente, de perder la fuerza y que el tiempo se detenga, te seguí extrañando, y no sabes cuánto.

Pero luego de todo lo malo apareció su padre, un príncipe de cuentos de hadas que estaba segura que no existía, un hombre que me devolvió la alegría. Esa que ella siente que murió con su primer amor.

Fue un grato sentir el poder cumplir al menos una de nuestras promesas. Si le hablé a mi hija de ti, de lo malo y de lo bueno.

De esta historia saque algo bueno, un buen consejo para mi niña, quien mañana regresa a verlo en su colegio. Solo me queda desearle que si rencuentro en la estación no sea tan malo como el nuestro.

Con amor
H. G

QueridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora