Habían pasado tres semanas de aquella extraña y divertida semana.
Salían juntos todos los días y durante el fin de semana solían pasar los días en casa de Akashi, jugando y estudiando (cuando así lo ordenaba Akashi) por lo que no fue una sorpresa que el viernes después de las clases Akashi los detuviera antes de que pudieran irse a casa.
-Recuerden que mañana a las 10 quiero que estén listos. Los exámenes se acercan y si uno solo de vosotros suspende una sola asignatura habrá un infierno que pagar-.
Con una sonrisa siniestra en su rostro, Aomine, Murasakibara y Kise se estremecieron sabiendo perfectamente lo malvado que podía ser su capitán. Ya pasó una vez y ninguno de ellos quería volver a pasar por eso.
-¡Sí señor, Akashicchi nos aseguraremos de llegar a tiempo!
Casi gritó el rubio. Cerca de él Murasakibara asentía con fuerza.
-Mhp nunca he llegado tarde a nada.-
Susurró Midorima.
-Sobre todo tú Daiki, estoy seguro de que no quieres repetir lo que pasó la última vez-.
Dijo Akashi sabiendo muy bien como el bronceado adolescente tenía algún problema con llegar a tiempo a la cita.
-Seguro, seguro, nada más vendré con Tetsu así que seguro que llegaré a tiempo-.
Ante esto la sombra del grupo se puso rígida pero solo el pelirrojo, que tenía su mano en la cintura, lo sintió. Una pequeña sonrisa en su rostro.
-Lo siento Daiki, pero Tetsuya viene a mi casa ahora así que no puede venir a recogerte. Ryouta hazlo tú, adiós.
Muy suavemente Akashi con Kuroko se dirigieron hacia su coche donde Tanaka le esperaba, dejando atrás al menos a 3 adolescentes sorprendidos.
El coche acaba de arrancar cuando uno de ellos recupera la razón.
-¿¡QUÉ!? ¡Akashicchi va a atacar a Kurokocchi! ¡Kurokocchi está en peligro!
Pero antes de que se le ocurriera ir tras el coche una mano lo detuvo.
-Kise ya es demasiado tarde, Akashi ya ha tintado a Tetsu. Además, si lo sigues ahora estarás muerto.
-Por una vez Aomine dice lo correcto, lo mejor que puedes hacer es no pensar en ello y, en cambio, prepararte para mañana.-
Dijo Midorima.
-Pero... Midorimacchi-
-Llorar no sirve de nada Kise-.
-Ne Mine-chin tienes alguna piruleta..-
¡-No Mura... uah no babees por mi Murasakibara! Asqueroso, además es hora de cenar así que si te vas a casa puedes comer y seguro que para mañana Akashi tendrá algún dulce y... y ahí va-.
Ante la mención de la cena y los dulces Murasakibara se adelantó a todos ellos, ni siquiera se despidió.
Así hasta los otros tres se fueron a casa con los constantes lloriqueos de Kise y la reprimenda de Midorima y los gritos de Aomine.
Mientras tanto en el coche los dos adolescentes tenían una conversación.
-Akashi-kun no dijo que íbamos a ir directamente a tu casa, todavía tengo que coger mi ropa de casa.
-No te preocupes Tetsuya te prestaré algo de mi ropa-.
Kuroko definitivamente estaba haciendo pucheros, no le gustaba que le dieran órdenes, pero al mismo tiempo cuando su novio se ponía así no podía resistirse a él.
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Enséñanos tu sonrisa
Fanfiction¡Quiero ver sonreír a Kurokocchi! Todo comenzó con esta exclamación de Kise, y todos estaban en la misma página. Entonces, ¿podrán hacer sonreír al siempre inexpresivo Kuroko Tetsuya? ---------------- Una historia corta sobre kiseki no sedai que qui...