Capitulo 7: ¿Todo fue un sueño o fue un recuerdo?

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CAPITULO 7

—¡Cállate!— gritó mi padre no sin antes darme una bofetada

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—¡Cállate!— gritó mi padre no sin antes darme una bofetada

—P...perdón

Había estado jugando en la oficina de mi padre sin su permiso y encontré unas fotos indebidas las cuales le mostré a mi mamá. Su reacción fue bastante calmada y me pidió que me encerrará en mi habitación, eso no sirvió de nada, tumbó la puerta de mi habitación y me golpeó en todo el cuerpo cuidando siempre de no golpearme en la cara para no levantar sospechas

—¿Acaso necesitas un poco de tu pequeña dosis?

—No, papá por favor no— le suplique a mi padre que no me tocará pero no sirvió de nada

—Cállate y arrodíllate— me ordenó y sin más alternativas me arrodillé e hice lo que me pidió

Me levanté asustada y algo aturdida por el sueño que acababa de tener, suelo tener pesadillas pero esto era algo más. Hasta donde sé mi padre nunca me llegó a hacer algo así

Decidí dejar el tema ahí y levantarme para llegar a tiempo a la academia

—Bueno Maxi, es hora de comenzar el día— me prepare el desayuno y le di de comer a Max, salimos de la casa en dirección al apartamento de la nueva niñera

Luego de hablar con Katy me entere que no era la primera vez que lo hacía así que decidí acabar con el contrato por incumplimiento

Llegamos al departamento de Raquel, me despedí de Max no sin antes dejar algo que me asegurará que está vez no le pasaría nada igual

De camino a la academia me encontré a Estefan, parecía algo abatido y un poco cabisbajo

—¿Todo bien Estefany?— dije la última palabra con acento para molestarlo pero él ni sé dió cuenta que yo estaba ahí —¿Todo bien?— pregunté con algo de preocupación

—Si, no te preocupes. Son tonterías

—No me convence tu respuesta así que o me dices o mañana la escuela entera vera la foto donde apareces sin ropa a los 5 años— se que está mal extorsionar a la gente pero con él no sirve ser gentil

—¿Qué? ¿Ahora me amenazas?

—Solo si es necesario. Y en este momento no te ves muy bien que digamos

—La directora dijo que puedo llegar a perder la beca si no subo mi promedio

—Ya veo, pues tienes que esforzarte más si quieres seguir estudiando, pero si ves que no puedes aquí estoy yo para ayudarte. Si pierdes la beca pero tienes un promedio alto, yo voy a financiar los siguientes semestres

—¿Qué? No, no podría aceptarlo

—Si lo recibes de un desconocido ¿Por qué no podrías aceptarlo de tu mejor amiga?

—Me siento muy avergonzado. Gracias Laura, eres la mejor amiga del mundo— sus brazos me rodearon en un abrazo

—Si, si, como sea. Vamos caminando más rápido o llegaremos tarde

—Como mandé patrona— reímos un rato y continuamos hablando de tonterías

El día transcurrió con completa normalidad, esperaba encontrarme con Cameron pero no fue así. Al parecer hoy se ausentó. Apenas terminaron las clases me fui a casa, necesitaba descansar y terminar una partitura que tenía pendiente

No di ni tres pasos dentro del jardín frontal de mi casa cuando lo ví en la entrada. Mi padre estaba esperándome

—Imposible. Él no debería saber que estoy aquí ¿Cómo me encontró?

Mi respiración se aceleró y no pude moverme, solo me quedé mirando en su dirección rogando porque no me viera y en eso llegó Cameron

—Oye, me haces el favor de pasar... ¿Estás bien?

—Sácame de aquí por favor, no puedo respirar— Dió un vistazo hacia la entrada de mi casa y vio a mi padre. Necesitaba irme ya de ahí

—¡Por favor!— dije con más desesperación

—Vamos, te llevaré a un lugar que conozco

Me llevó hasta donde estaba su auto y nos alejamos de ahí. No fuí capaz de decir nada en todo el camino, tenía mucha vergüenza pero necesitaba explicarle lo sucedido

—La persona que estaba frente a mi casa es mi padre. No sé cómo me encontró, así que entre en pánico

—¿Vives sola? ¿Dónde está tu mamá?

—Ella se fue, cree que soy una asesina

Cameron detuvo el auto en seco, de no ser por el cinturón de seguridad casi me doy contra el vidrio del parabrisas

—¿¡Enloqueciste!? Casi me matas

—¿Tu mamá cree que eres una asesina? ¿Por qué?

—No me apetece hablar de eso. Y ese no es motivo para que frenes el auto de esa manera— Dije molesta

—Bien, lo siento

El chico migraña me llevó a un café nuevo en la ciudad e hizo lo posible por hacerme sentir mejor. Luego de tomar un café me llevó a ver una película de comedia y finalmente fuimos a comer algo en un restaurante bastante lindo

—Gracias por este día, realmente me ayudaste mucho

—Si me necesitas estaré justo al frente— dijo burlonamente. Me hizo reír

—Descansa, y de nuevo gracias

Entré a mi casa y el vacío que encontré fue tan abrumador. Todo estaba oscuro y silencioso. Los recuerdos del pequeño apartamento donde vivía con mi madre me rodearon como un abrazo caliente

—Mamá, quiero galletas. ¿Puedes preparar unas de chocolate?

—Mi pequeña niña, por ti haría una y mil maravillas

—Te amo mami

Lágrimas bajaron por mis mejillas, mi madre ahora cree que soy una asesina. No fue mi culpa, yo no quise hacerlo. Lo siento tanto mami. Por favor vuelve

No sé cuánto tiempo dure acurrucada junto a la puerta solo se que tenía 1000 llamadas perdidas y no tenía idea de quién eran. Mi móvil sonó una vez más y lo conteste

—Señorita Laura menos mal responde, su papá vino a recoger a Max y quería saber si ya llegaron a su casa

—¿Qué? ¿Mi papá?

—Si, dijo que usted le pidió el favor de recogerlo porque tenía la práctica de piano

—¡Maldición! Te dije que solo yo podía recogerlo

Abrí la puerta para ir a buscar a Max y ahí estaba, simplemente estaba sentado esperando a que yo abriera la puerta. Junto a Max había una nota que decía

"No podrás evitarme toda la vida hija mía"

Volví a sentirme una presa débil, una niña pequeña que no sabía que hacer cuando el hombre malo se acercaba

Maldito Romance: Él inició (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora